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ELA no secunda la huelga del Sindicato Médico porque sus reivindicaciones corresponden a intereses corporativos. La huelga es un instrumento necesario, y seguramente los y las trabajadoras navarras tendríamos mejores condiciones laborales si en Navarra el número de huelgas fuese mayor. El personal médico de Navarra tiene motivos más que de sobra para movilizarse; temporalidad, pérdida de poder adquisitivo, falta de personal, no sustitución de vacaciones… Sin embargo, ELA no comparte algunas de las reivindicaciones del Sindicato Médico, como por ejemplo la autocontratación, la flexibilización de la edad de jubilación, o su deseo de cobrar el complemento de exclusividad sin tener la obligación de cumplirlo. Asimismo, ELA quiere recordar que otra de las reivindicaciones del Sindicato Médico ha sido la eliminación del euskara como requisito, lo que vuelve a dejar en evidencia que el objetivo de esta huelga no es defender la sanidad pública. Prueba de ello es que en la legislatura de UPN y PSN, Osasunbibea sufrió los mayores recortes que nunca había sufrido; privatización de las cocinas, reducción de salario, limitación de la tasa de reposición… A lo largo de esos 4 años se convocaron muchísimas movilizaciones contra los recortes, movilizaciones en las que nunca participó el Sindicato Médico. Al parecer, no vieron motivos suficientes para salir a la calle.

En este contexto, ELA observa con preocupación que la Dirección de Osasunbidea distingue entre trabajadores y trabajadoras de primera y de segunda, y solo desde ahí se entiende las propuestas que le está realizando al Sindicato Médico; Osasunbidea se compromete a sacar el 100% de las plazas, cuando al resto de colectivos se lo niega apelando a la tasa de reposición “impuesta” por el Estado. También Osasunbidea garantiza que los contratos sean al 100%, cuando en el resto de colectivos se extiende la contratación parcial. Y por último, Osasunbidea propone extender la carrera profesional al personal temporal de los niveles A y B, reivindicación que es negada para el resto de colectivos al contrario de los que sucede en otras Comunidades Autónomas.

ELA se reafirma en su defensa de un sistema público sanitario de calidad, una defensa que debe hacerse teniendo en cuenta las reivindicaciones de todos los colectivos (personal médico, enfermería, TCAEs, celadores…), y no únicamente desde intereses corporativos. El servicio sanitario lo ofrecen equipos de trabajo formados por profesionales de distintas categorías y la mejora de calidad asistencial pasa, necesariamente, por la mejora de las condiciones laborales del colectivo. No estamos ante un problema de los médicos, sino del servicio sanitario en su conjunto. Las mejoras aplicadas sólo a unos pocos, no revertirán la grave situación que se vive en los centros de trabajo.