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El cansancio y el hastío del movimiento popular de Lizarra hacia el Ayuntamiento gobernado por UPN, palpable desde hace mucho tiempo en la localidad, ahora ya tiene cifras. Una encuesta elaborada por los propios colectivos locales revela que un 43% de las agrupaciones han visto recortadas sus ayudas tras la aprobación de los últimos presupuestos, siendo las más afectadas aquellas entidades que trabajan en el ámbito de la diversidad y migracióm. Otras, siguen sin recibir ningún tipo de subvención. Pero otros ámbitos, como el euskera o igualdad también se han visto afectados.

La encuesta enviada a más de 70 asociaciones ha sido contestada por algo más de la mitad de ellas, por lo que no se puede conocer al completo el alcance de los recortes y sus efectos, pero sirve como botón de muestra. Es más, el dato más significativo es que en las 39 asociaciones que han participado en la encuesta participan más de 4.000 personas, lo cual representa casi al 30% de la población de la Ciudad del Ega.

Si bien hay asociaciones de todo tipo, el 50% de ellas actúan en el ámbito cultural, el 40% en lo social y el 30% en la promoción del euskera. El 35% no dispone de local donde realizar sus actividades, y más del 50% suspende al Consistorio por no dar facilidades para comunicarse con él. Un 60%, además, critica lo lento que es el Ayuntamiento en responder sus solicitudes, y que incluso a la hora de solicitar recursos no obtienen respuesta. Un 43% de las agrupaciones han visto recortadas sus ayudas y otras siguen sin recibir ningún tipo de subvención, a pesar de que el 94% de los colectivos sufren un déficit económico para realizar sus actividades destinadas al conjunto de la población de Lizarra. La participación en las comisiones específicas o la recuperación de la comisión de fiestas locales son algunas de las reivindicaciones que mayor consenso alcanzan.

Para los presupuestos del 2025, partiendo de las subvenciones del ejercicio del 2023, consideran necesario recuperar las partidas presupuestarias que el Ayuntamiento aportó a las asociaciones y colectivos para el desarrollo de sus actividades, con un incremento del 10%.

Prohibiciones y persecución política

El malestar en Lizarra con el Ayuntamiento gobernado por la derecha viene de lejos, pero en las pasadas fiestas estalló el conflicto con la prohibición de colocar las txosnas en su lugar habitual, en el centro de la localidad, como se venía haciendo desde hace 28 años. UPN quería trasladar el recinto festivo a un espacio aislado y lejano al centro y esto se encontró con el rechazo de los colectivos. Además, impidió que sociedad La Bota colocara su txozna en la Plaza Santiago. Posteriormente, y tras las protestas populares, varias personas fueron denunciadas y se inició una campaña de criminalización contra el grupo musical Raimundo El Canastero por una canción.

“2024 no ha sido el año que esperábamos en el tejido socio-cultural de Lizarra. La aprobación de los presupuestos del Ayuntamiento presentados por UPN y valorados en 15,000,000€ contó con los votos favorables de PSN y PP tras la incorporación de 45 de las 47 enmiendas presentadas por el PSN. Lamentablemente esta aprobación presupuestaria representa un jarro de agua fría para los colectivos, que consideramos que se debería promover una distribución equitativa de los recursos económicos y materiales de este Ayuntamiento y consideramos que estos presupuestos no reflejan adecuadamente las necesidad y las prioridades de los y las vecinas de la ciudad. Dicho escenario plantea serias dudas sobre el compromiso real de estos partidos para con el bienestar de la ciudadanía”, dicen en el comunicado. Insisten en que los recortes son “desproporcionados” y que suponen “una afrenta a los valores de solidaridad, igualdad y justicia que deberían guiar las políticas municipales”.

Por todo ello hacen un llamamientoal Ayuntamiento y a los partidos políticos “para que reconsideren esta resolución y prioricen el bienestar de toda la ciudadanía y colectivos socio-culturales que reflejan fielmente las necesidades y carencias reales del día a día en Lizarra”. A su vez, piden “transparencia y rendición de cuentas en la gestión de los recursos públicos y la creación de una interlocución bilateral entre el Ayuntamiento y el tejido socio-cultural” de la ciudad del Ega.