El Supremo da la razón a ELA y anula el ERE para cerrar Gamesa, que fue negociado con UGT y CCOO
El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia que anula el ERE de Gamesa en Altsasu que en 2010 provocó el cierre de esta planta y el despido de 150 personas, a quienes la empresa ahora deberá readmitir.
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Según señalan desde ELA, ahora mismo Gamesa debería readmitir a los 150 empleados, “ya que los despidos son nulos de pleno derecho, y si no se reabre la planta de Altsasu y se consuman los despidos, estas personas tienen derecho a la indemnización máxima”. El sindicato subraya que esta sentencia se suma a las de Koxka, Portland, Sic Lazaro… “sentencias todas ellas históricas con resultados positivos para los trabajadores, y que ha liderado ELA”.
En el caso de Gamesa-Altsasu, esta sentencia, ya definitiva, acaba reconociendo que el ERE por el que desaparecieron 150 puestos de trabajo en Antsasu “fue una auténtica farsa”, en la que participaron tres partes: “la empresa, UGT-CCOO y el Gobierno de Navarra”.
Según la sentencia inicial del TSJ de Madrid, ahora ratificada por el Supremo, el hecho de no negociar de manera separada con el comité de Altsasu impidió a los representantes de los trabajadores negociar el ERE en las debidas condiciones.
Con esta sentencia, cada actor en el cierre de Gamesa-Altsasu “queda perfectamente retratado” en opinión del sindicato. “Por un lado, Gamesa: en el momento en que decidió cerrar la planta de Altsasu tenía un beneficio de 115 millones de euros. Una empresa que ha recibido millones de euros en ayudas públicas y que a día de hoy continúa sin comprometerse con el empleo en Navarra”.
“Por otro lado -prosiguen-, UGT y CCOO: no tenían ni un sólo delegado en el centro de trabajo de Altsasu. Se negaron a que hubiese una negociación diferenciada en Altsasu y se arrogaron la representatividad para negociar los despidos en Madrid, una legitimidad que los trabajadores no les habían otorgado. Quisieron desactivar una pelea, dijeron que había que buscar el mal menor apelando a la responsabilidad de la plantilla para salvar algún empleo… y acabaron certificando 150 despidos”.
Y por último, critican la actuación “patética y vergonzosa” del Gobierno de Navarra, “que se lavó las manos negándose a tramitar el ERE en Navarra”. Además hay que tener en cuenta el contexto en el que se produjo; el Gobierno aprobaba el 99% de los ERE que se presentaban.
Como conclusión, el sindicato subraya que la pelea organizada de este colectivo de trabajadores “ha ganado la batalla”. Fueron muchísimas las movilizaciones que se hicieron en 2010 “y el nivel de concienciación en todo Sakana que alcanzaron fue ejemplar. Ahora queda conseguir su readmisión”.