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La retirada de ikurriñas y otros símbolos vascos por parte de efectivos de seguridad en un partido reciente en El Sadar, que generó gran repulsa social, ha sido admitida por Osasuna como un hecho «muy grave» y le ha costado la suspensión de empleo y sueldo al jefe de seguridad.

La decisión ha sido notificada este martes, tras el expediente abierto a raíz del Osasuna-Mallorca del 14 de enero, cuando efectivos de seguridad entraron en la primera parte a zonas como Graderío Sur y procedieron a retirar banderas que no eran de su gusto.

Tras una investigación interna, la Junta Directiva del C.A. Osasuna, en la reunión de este martes, ha adoptado «por unanimidad» los siguientes acuerdos:

«Calificar como ‘muy graves’ los hechos ocurridos en el citado partido.

Imponer la sanción que corresponde según el régimen disciplinario del convenio colectivo vigente al Director de Seguridad del C. A. Osasuna suspendiéndolo de empleo y sueldo.

Comunicar a la empresa de Seguridad contratada para los eventos en el estadio de El Sadar las Normas de Régimen Interno del club e implementar nuevas técnicas de comunicación para los partidos y/o cualquier espectáculo que se celebre en las instalaciones del C.A. Osasuna.

Trasladar a los interesados y a la opinión pública los acuerdos adoptados».

Polémica
El hecho en cuestión ocurrió el pasado 14 de enero en el Sadar en un partido de Osasuna contra el Mallorca. Una vez iniciado el encuentro entre rojillos y bermellones, diversos miembros del cuerpo de seguridad del estadio obligaron a algunos socios ubicados en la zona de Graderío Sur a retirar varias banderas.

Todo ello, entre pitos y quejas por parte de la mayor parte de Graderío Sur, aficionados que mostraron su masiva queja por lo que estaba sucediendo coreando gritos como «¡Que se vayan!» o «Directiva, dimisión».

Un grupo de socios y aficionados de Osasuna hizo público un manifiesto para denunciar los hechos ocurridos. Destacaron que el funcionamiento de la policía y los servicios de seguridad en el Sadar es «absolutamente arbitrario».

Ante el revuelo generado y las muestras de rechazo mostradas en las redes sociales, Osasuna se vió obligado a emitir un comunicado en el que anunciaba que abría una investigación interna y un expediente «a los efectos de depurar las eventuales responsabilidades y actuar en consecuencia».

El resultado de dicha investigación ha llegado este miércoles con la suspensión de empleo y sueldo al jefe de seguridad.