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El comité decidió ‘judicializar’ el ERE de TRW al considerar que la multinacional planteaba 123 despidos de forma «unilateral» y con unas causas «no justificadas».

El TSJN «dio la razón al comité» y declaró «improcedente» el expediente y por ello han tomado la decisión de recurrir de nuevo a este órgano para pedirle la «suspensión cautelar» de los 22 despidos que quedan pendientes de aquellos 123.

La razón, ha precisado el presidente del comité, Josi Álvarez, es que estos 22 despidos adolecen como los 101 anteriores de causa que los justifique y además, por esta falta de causalidad, el comité ha iniciado la presentación de un recurso ante el Tribunal Supremo para que «anule» el expediente completo, lo que conllevaría la readmisión de los 101 despedidos.

El comité ha subrayado además que la multinacional ZF, que compró TRW hace dos años, tendrá que «tomar cartas» en una «desastrosa gestión» por parte de la dirección navarra, con la que, ha asegurado, temen por el futuro de esta planta.

Y al respecto, el comité ha indicado que, tras el despido de 101 compañeros fijos y la no renovación de 200 eventuales, ahora «hay problemas para atender la demanda» pero la empresa no puede contratar porque sería reconocer lo injustificado del ERE.

De hecho de los 123 despidos retrasó 22 por las horas acumuladas pero estas se mantienen a pesar de que la plantilla «cumple escrupulosamente» su jornada, de junio a septiembre ha habido 204 eventuales trabajando, y en este momento hay 18 trabajadores temporales con «la trampa legal» de que sustituyen bajas y excedencias.

Con una plantilla en la actualidad de 550 trabajadores, el comité de TRW ha apelado a la dirección de la planta porque, cuando «la multinacional tiene el foco puesto en ella», «todavía existe la posibilidad» de un acuerdo, de «renunciar al expediente, readmitir» a los despedidos, y dejar sin efecto los 22 previstos para final de año.

Queja de CGT

En relación a esta rueda de prensa, la sección sindical de CGT en TRW ha hecho pública una nota en la que señala que «no es partícipe» de la misma, porque los sindicatos convocantes «no pretenden tomar ninguna acción sindical contra las injusticias que denuncian y en su guión preestablecido, no se nos permite expresar nuestra opinión».