ahötsa_

En agosto de hace dos años nació “martes al sol”. Nació a medio camino entre la huelga general y la lucha social, para, en un principio, alimentar los piquetes sociales. Queríamos generar un espacio de “lo social” dentro del concepto tradicional de Huelga General, pretendíamos ir más allá de esos conceptos de obrero trabajador y asalariado, que nos proponían. Piquetes sociales que han estado presentes, en todas las huelgas generales convocadas, con la reivindicación de “derechos sociales, pobreziarik ez”, con nuestras propias reivindicaciones: empleo, vivienda digna, prestaciones para todas las personas, sin exclusiones. 

El balance de las acciones fue positivo y la experiencia enriquecedora. Así, tras la huelga, decidimos seguir manteniendo ese espacio. A partir de la precariedad que nos une a personas sin empleo, con/sin derecho a una renta básica, con dependencias pero sin apoyos o ahogadas por las hipotecas, pretendimos abrir nuevos campos de reivindicación, nuevas formas de organización, nuevas formas de lucha y resistencia. 

En estos dos años nos hemos manifestado por nuestros derechos, en concentraciones, piquetes o manifestaciones. Nos hemos manifestado por los derechos de quienes no tienen ni voz ni derechos, como las trabajadoras asesinadas en la masacre de Bangladesh. Hemos participado en campañas contra la pobreza o a favor de una Renta Básica Universal, también en la Marcha de la Dignidad. Hemos abierto nuestra asamblea a otras luchas como las nuestras: a las personas mayores (o los viejos y viejas, como siempre nos pide que les llamemos nuestra María Luisa); a la gente de la sanidad que lucha para que no nos privaticen hasta la salud; a las feministas con tan graves temas como las agresiones sexistas o antiabortistas; a las antirracistas que se oponen a esas aberraciones que son los Centros de Internamientos de Extranjeros; a propuestas para participar en el consumo de energías y economías alternativas. 

En “martes al sol” todas estas reivindicaciones se entrelazan, se mezclan, las luchas individuales se colectivizan, se hacen diversas, visibles y más fuertes, nos convertimos en altavoces de nuestras compañeras y compañeros, asumimos como propios lemas y discursos “ajenos”. Nos escuchamos, nos entendemos, sabemos de lo que hablamos: de precariedad frente a un sistema opulento que nos recorta, de pobreza, de deuda, de exclusión. 

Somos asamblea, somos resistencia, somos lo que queda después del paro, después de la renta básica, después del desahucio, queremos visibilizar los rostros de los recortes, los nombres de las medidas vendidas como imprescindibles para salir de esta gran estafa llamada crisis. 

Somos las gentes del Colectivo de personas en paro, de la Plataforma de personas afectadas por la hipoteca, por la dependencia, por el derecho a una Renta Básica, de la Plataforma Social de Tafalla-Valdorba Gizarte Asanblada, de la Plataforma Anti Crisis. Somos cada una de esas personas que, cada primer martes de mes, nos juntamos en Carlos III, frente a Diputación, frente al Gobierno. Para recordarle que no todo vale para mantener un sistema que hace ya un tiempo que nos ha excluido, porque no somos rentables. Para oponernos a ello con nuestras asambleas mensuales. Para crear un espacio en el que se comparten informaciones y resistencias, en el que se crean complicidades personales y políticas, en el que las diferentes luchas se acoplan y encajan, se enriquecen con los mutuos apoyos. 

Sabemos que, a pesar de nuestras luchas, sigue habiendo paro, precariedad y pobreza, que se sigue privatizando y recortando, que se sigue rescatando a los ricos. Sabemos, en carne propia, que se sigue precarizando y degradando el empleo, desahuciando, negando ayudas sociales. Pero también sabemos que, con nuestras luchas, vamos evitando desahucios, vamos rescatando prestaciones negadas, vamos transformando, a mejor, poquito a poco esta sociedad. Sabemos que vamos tejiendo redes que minan este injusto sistema: dimisiones, abdicaciones, crisis de credibilidad de instituciones o de bipartidismos logradas no son fruto de la casualidad o el infortunio de algunos, son producto de luchas, de muchas luchas, como la nuestra, que empujan en una misma dirección, la de la justicia social. 

Por todo ello, seguimos apostando por construir lazos de solidaridad, de resistencia, de lucha contra un sistema que no nos considera, que nos reduce a cifras, que pretende negociar con nuestras necesidades básicas, que nos acorrala. Entendemos que el camino de la movilización es el único camino posible para conseguir una sociedad mejor, diversa, igualitaria y justa, en la que quepamos todas y todos. 

Son dos años de construcción de este espacio y queremos celebrar este pequeño gran evento. El próximo 5 de agosto, a las 7 de la tarde, en Carlos III, frente a Diputación, como cada primer martes de mes, te esperamos para seguir construyendo. 

Las gentes de “martes al sol”: Beatriz Villhaizan, Javier Indurain, Marisol de la Nava, Akina de la Cruz, Israel González, Chema Berro