ahötsa_

Según señala el Decálogo de los Derechos básicos para Iruñea en su preámbulo, "son ya demasiados los siglos de imposición de un modelo represivo y reaccionario sufridos". Tras muchas décadas, señalan, ese modelo impuesto ha traído consecuencias profundas y graves a la ciudadanía, "condicionando nuestro carácter, nuestro pensamiento y nuestro quehacer diario desde la calle".

Sin embargo, creen que el trabajo realizado por el movimiento popular y los agentes sociales "nos muestra que es posible imaginar y construir otro modelo de ciudad, partiendo de las libertades democráticas, de la participación y del respeto entre diferentes". Y esa es justamente la base de este trabajo: darle continuidad a la labor realizada y en esa dirección dar un paso cualitativo hacia adelante. Para ello, se han unido diferentes colectivos y han marcado conjuntamente unos mínimos básicos "para transformar esta gris Iruñea". 

Dicen que no van a permitir que estas reivindicaciones se pierdan, para lo cual han descrito en este decálogo algunos de los cambios prioritarios que necesita Iruñea, y su objetivo es "dar los pasos concretos por medio de lo expresado en este libreto para llevar a la prática las reivindicaciones del tejido colectivo".

En este "Decálogo de los Derechos básicos para Iruñea", además de plasmar las reivindicaciones, los colectivos firmantes han querido hacer un recorrido examinando la realidad de los últimos siglos y décadas. "Sabemos y creemos que para comenzar nuestra andadura como pueblo, es preciso no olvidar manteniendo latente en la memoria lo ocurrido", señalan.

Finalmente, señalan que este decálogo no está cerrado, y que su deseo es compartirlo con más agentes sociales y trabajarlo con los agentes políticos de la ciudad, "porque pensamos que es necesario crear espacios en común, ya que de esta colaboración enriquecedora todas saldremos más fuertes".