¡Di que sí, Begoña! Bizirik zaude

2014-ko ekainak 23

Érais las nietas de los republicanos que pudieron matar y enterrar, pero que nunca pudieron hacer olvidar. Nosotros vuestros hijos. Nacidos con el puño levantado, como dice aquel canto republicano, aprendimos que solo muere lo que se olvida y gracias a vuestro trabajo, al tuyo, al de Ricardo, al de Salvador y al de tantos otros, Sartaguda fue pueblo de viudas, pero también de vida y, sobre todo, de memoria.

De vosotras aprendimos y aquí estamos, aquí seguimos. Las banderas que levantamos están tejidas por el ejemplo de aquellos a los que asesinaron, por el relato que vuestra memoria guardó y nos transmitió y por la voluntad y la convicción de los que sabemos que no solo es posible, sino necesario, transformar el mañana.

Sartagudan landatua izan zara. Te despedimos con tus cantores y tus canciones. Vistiendo de colores, como cantó y emocionó Fermín Balentzia. Izando banderas y puños, como te gustaría vernos, como nos gusta recordarte.

 

Te despedimos en el monolito que visteis nacer y crecer, hasta convertirse en parque. Parque de la Memoria, parque del ejemplo y la dignidad. En el monolito que sembrásteis y regásteis con palabras y miradas cada 14 de abril, como este último año, cuando sin fuerzas para bajar al menos te asomaste a la ventana y, quizás sin saberlo, nos regalaste dos herramientas imprescindibles: la presencia de la que hasta el último día quiere estar ahí y, sobre todo, una ventana abierta.

En estos días en los que las cunetas se cambian por muros y puertas cerradas, las ventanas abiertas son armas que, como la memoria, están cargadas de futuro. Por eso celebramos contigo que 40 jóvenes han saltado sus muros, han sorteado sus obstáculos y han abierto ventanas en favor de la resolución. Gure Euskal Herri kuttuna, gure Sartaguda bezala bizirik dago, oso.

Esperamos el día en que nadie más necesite mantas para pasar las frías noches en prisiones alejadas y en celdas del pasado. Ese día lo celebraremos y tú estarás entrenosotros, con Asier, con Fermín y con tantos otros que hoy pasan frío y se abrigan con tu solidaridad, que siempre va a estar ahí.

¡Di que si, Begoña! Estamos ganando y por eso sonreímos, porque también ganó tu aita su pequeña batalla cuando hizo añicos y lanzó por la ventana del Ayuntamiento de Sartaguda esa foto de Franco cuyo espíritu, como bien dijo Sabino, aún anida en muchos de esos que se autoproclaman demócratas.

Ganásteis también esa batalla contra el olvido cuando desenterrasteis a los vuestros, que hoy, años después siguen siendo los nuestros.

Hace poco aún escribiste unas palabras para ser leídas en el homenaje a tu amigo Salvador. Tu carta acababa diciendo: "las personas como tú nunca mueren ya que otras toman el testigo". Hoy te decimos eso mismo a ti y no te quepa ninguna duda de que así es y así será.

No te ahogaron con tierra, te soltaron libre. Donde tus cenizas quisieron caer y donde tu vida se convirtió en memoria.

¡Di que sí, Bego! Que allá donde estés estarás con nosotros. Que las personas dignas de amor sobreviven a la muerte en la memoria de quienes las hemos amado. Agur eta ohore! Irabazi arte! Gora Errepublika! Gora EH askatu! Gora Sartaguda!

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