Desmienten que un evento contra la LGTBIfobia fuera una macrofiesta y critican la actuación policial
Policía Municipal, con cobertura de otros cuerpos policiales, actuó el pasado sábado contra un acto contra la LGTBIfobia organizado en el barrio de Etxabakoitz identificando a las personas reunidas, para luego difundir que se trataba de una macrofiesta en la que no se guardaban las medidas de seguridad.
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Algunos medios de comunicación se hicieron eco de la versión policial que indicaba que el pasado sábado se había celebrado una “macrofiesta” en Etxabakoitz. La Policía Municipal también decía que 151 personas habían sido identificadas.
Desde el colectivo que organizó el acto han indicado que se trataba de una actividad cultural en el marco de la celebración del Día Mundial contra la LGTBI Fobia (conocida como “Kiki Ball”, -espectáculo que mezcla baile, moda, música, speak y performance-). Este actividad cultural nace del colectivo trans racializado y es una vía de expresión artística propia del mismo, pero también es una manera de visibilizar, normalizar y empoderar a un colectivo históricamente estigmatizado y marginado, detallan desde la organización del evento.
“La naturaleza del evento ha significado semanas de mucho trabajo para poder preparar y coordinar tanto el espacio como a las personas y la propia competición. La organización contó con personas que se desplazaron desde Madrid, Berlín, Londres y Barcelona para las funciones de Jurado y Speaker. Pudimos asistir a un espectáculo con mucha profesionalidad, conocimiento, energía y arte. Lo que el sábado sucedió no fue un “macrobotellón” como se ha pretendido presentar dicha actividad ante la opinión pública. Muy al contrario, fue un ejemplo de arte multidisciplinar, de gran nivel y muy interesante y que supone un modo de vida para algunas de las personas que participaron. Denominarlo “macrofiesta” es robarle una dignidad que le pertenece por derecho propio”, han denunciado.
La organización del evento fue puesta en conocimiento y notificada al Ayuntamiento de Iruñea y contaba con las medidas preventivas y sanitarias necesarias para la celebración del mismo. Ante el silencio y falta de respuesta de la administración municipal, la organización se puso en contacto con Protección Civil, quien informó a la organización la viabilidad de la celebración.
“La planificación y organización del acto cultural se basó y acomodó a la normativa anti-covid vigente (control de aforo, uso de mascarillas, cumplimiento de la distancia de seguridad, medidas de desinfección, etc) recordándose durante la celebración del acto a los asistentes la obligatoriedad de cumplimiento de dichas medidas. En este sentido, se decidió realizar la actividad cultural al aire libre, precisamente para cuidar la seguridad cuando este tipo de competiciones se realizan en espacios cerrados. Igualmente, queremos desmentir las informaciones vertidas en algún medio afirmando la “okupación” de dichas instalaciones, cuando se celebraban en un local alquilado legalmente”, dicen desde la organización.
Según indican, cuando irrumpió la policía el evento estaba a punto de terminar y el espacio iba a ser desalojado por las normas que habían sido establecidas de antemano y que eran conocidas por todos las personas allí presentes, y lamentan que un evento que pretendía visibilizar y empoderar a la juventud LGTBIQ “haya sido tratado de esa manera criminalizando a las personas que participaron sin contrastar la información”.