Denuncian en Donibane el último accidente provocado por la dispersión
Decenas de personas han pedido el fin de la dispersión en Donibane (Iruñea), después del accidente sufrido por un allegado de Olga Comes, una presa política de este barrio. Es el primer accidente de familiares que provoca la dispersión, una sangría que ya se ha llevado 16 vidas.
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La pasada madrugada se registró el primer accidente por la dispersión de este año. Un amigo de la presa política vasca Olga Comes se dirigía hacia la cárcel de Mansilla (León) a visitarla cuando hacia las 05:20 de la mañana fue alcanzado por otro coche que circulaba “a una gran velocidad”, tal y como denunció el allegado.
Etxerat remitió una nota de prensa en la que indicaba que el siniestro ocurrió en el límite de La Rioja y Nafarroa, y según explicó la persona afectada, había mucha niebla en la zona; el golpe, sumado a la velocidad del coche que le embistió y las maniobras que realizó el otro conductor hicieron salir el coche del allegado de la carretera. El auto del familiar fue golpeado en la parte izquierda, a la altura del depósito de gasolina, quedando la delantera del coche mirando hacia la izquierda y el culo a la derecha, y por la inercia se ha golpeado primero contra una mediana y luego contra la otra.
El allegado de la presa Olga Comes fue evacuado al hospital de Lizarra donde se pudo comprobar con las pertinentes pruebas que sufrió varias contusiones y heridas. El coche fue llevado a Logroño con la grúa, pero la víctima no pudo presentarse en el centro penitenciario de Mansilla a las 09:00, hora de la visita -es obligatorio sin embargo, presentarse media hora antes – debido a que estaba siendo atendido por sus heridas.
Etxerat ha denunciado el que es el primer accidente del año. La asociación de familiares y amigas de presos y exiliadas políticas vascas señala que “estos accidentes, como todas las consecuencias de una política penitenciaria de excepción, tienen sus responsables directos en quienes se obcecan en su mantenimiento”. “Nos vemos obligados a realizar largos y complicados desplazamientos, para poder ejercer nuestro derecho a las visitas y estos desplazamientos y las condiciones en que debemos realizarlas, implican riesgos”.
“Son 16 las personas que han perdido la vida y cientos los familiares accidentados en los desplazamientos a las diferentes prisiones. Este es el precio que los estados han puesto a nuestro derecho a la vida familiar, a nuestro derecho a mantener nuestros lazos afectivos. La actual política penitenciaria persigue hacernos daño y causar sufrimiento y lo consigue. Pero no vamos a tolerar que se eludan responsabilidades. ¡Es suficiente!”, dice en la nota de prensa Etxerat.