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La concentración que mañana iba a celebrar Ahaztuak como homenaje a los luchadores antifranquistas del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y  de ETA político-militar Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui, ha sido prohibida por la Delegación del Gobierno español en Nafarroa argumentando que se trata de un acto de enaltecimiento del terrorismo.

Las últimas ejecuciones del franquismo se produjeron el 27 de septiembre de 1975, hace ahora 43 años, siendo fusilados los tres miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) —José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz— y dos de ETA político-militar —Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui—. Estas ejecuciones, las últimas del régimen franquista, poco antes de la muerte del general Franco, levantaron una ola de protestas y condenas contra el Gobierno español, dentro y fuera del país, tanto a nivel oficial como popular. Un año antes, el 2 de marzo de 1974, fue ejecutado con garrote vil en Barcelona Salvador Puig Antich.

Tras estas ejecuciones, el 27 de septiembre ha sido la fecha de referencia para los actos de memoria hacia los militantes de ETA y de otras organizaciones armadas vascas, lo que se ha venido a denominar el Gudari Eguna. Ahora, la Delegación del Gobierno en Nafarroa dependiente del PSOE ha prohibido este acto de recuerdo a los militantes antifranquistas.

Comunicado de Ahaztuak: “Es un acto de apologia de la resistencia antifascista”

Ahaztuak denuncia que «siguiendo el camino marcado por su predecesora Carmen Alba, el nuevo Delegado del Gobierno español en Navarra, el ‘socialista’ Jesús Arasti, firmaba la notificación que hace unas horas se nos hacia llegar comunicándonos la prohibición del Acto de Memoria y Homenaje a los cinco luchadores antifascistas fusilados el 27 de septiembre de 1975 como sangriento recordatorio de lo que desde sus inicios habia venido siendo aquel régimen».

Desde Ahaztuak 1936-1977, quieren «denunciar públicamente, como lo hemos hecho tambien en ocasiones anteriores, esta resolución de la Delegación del Gobierno por la que se nos prohibe nuevamente un acto que es no una ‘apología del terrorismo’ como señala la comunicación, sino un acto de apologia de la resistencia antifascista, de apologia de la lucha contra un régimen producto de un golpe de estado y mantenido durante cuarenta años por la fuerza de las armas, de un régimen que era el verdadero terrorista y no las personas que luchaban contra el, independientemente de la forma de lucha que emplearan, legitima cualquiera que fuese por ser la respuesta a un régimen impuesto por las armas y mantenido de igual manera.»

Recuerda que su trabajo, como colectivo, «tiene su referencia en la recuperación de la Memoria Histórica y en el logro de la Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo en su globalidad».

En este sentido, añade que «no creemos que sean de recibo las argumentaciones esgrimidas en la resolución para prohibirnos la concentración. Se habla de: convocatoria realizada a través de los medios digitales en la que aparecen las fotos de cinco terroristas… Si no aparecen las personas a quienes se rinde homenaje, ¿qué fotografías deberían aparecer?… las de sus asesinos, quizás?».

Recuerda que «hemos venido celebrando anualmente actos en memoria de los últimos fusilados del franquismo, con pancarta y fotos incluidas, y de todos los fusilados y victimas de aquel régimen, sin haber generado nunca ningún problema de orden público. De hecho en algunas ocasiones en años anteriores se ha solicitado permiso en los mismos términos y se pudo realizar la concentración».

En opinión de Ahaztuak, «el problema radica en la consideración de terroristas, que para el nuevo flamante Delegado del Gobierno, el que se dice ‘socialista’ Jesús Arasti al igual que para su predecesora la anterior Delegada del Gobierno, Carmen Alba, tienen estos luchadores antifranquistas. Sufrimos las consecuencias de una transición que reforzó el “atado y bien atado” de Franco, y de unas leyes, como la de Amnistía de 1977 y la de Memoria Histórica de 2007 (auténticas leyes de punto final), según las cuales se consideran víctimas a servidores de una dictadura, como Melitón Manzanas o Carrero Blanco, y asesinos a los que se enfrentaron a ella y fueron fusilados, como Txiki, Otaegi, Baena, Sanchez Bravo y Sanz».

Añade que «se nos dice, en la resolución, que la concentración responde a un fin ilícito, cual es el de ensalzar las personas de quienes han sido condenados como colaboradores o integrantes de la organización terrorista ETA, alabando, amparando o justificando las actividades delictivas por ellas cometidas y por las que fueron condenadas, ensalzando además la lucha armada. Aceptando la legislación franquista por la que fueron condenados, y amparándose en ella para prohibir la concentración».

Y bajo estos criterios «tenemos que seguir soportando las prohibiciones. Consideramos esta nueva prohibición un hecho de extrema gravedad, por lo que supone la constatación de que el modelo de impunidad para el régimen franquista y sus crímenes se refuerza con la negación del derecho a la memoria de las victimas de aquel régimen dictatorial y tambien de la memoria de los luchadores contra aquel régimen».

Desde ‘Ahaztuak 1936-1977’ anuncian que «seguiremos recordando para esclarecer la verdad, exigiremos justicia y condena para los culpables, y reclamaremos reparación. Para todos los luchadores y para todas las victimas».