Crímenes de lesa humanidad
2015-ko apirilak 23
El pasado día 14 conocíamos la noticia en la que 400 personas morían en un naufragio en el Mediterráneo, en el intento de cruzar la frontera europea y llegar a sus costas. Sólo 5 días después, otro naufragio se cobraba la vida de otras 800 personas. Desde 1988, al menos 20.000 personas han muerto en las fronteras europeas, contabilizando únicamente las que aparecen en la prensa internacional.
Naufragios, tragedias nos dicen, como si se tratase de muertes provocadas por el azar o la casualidad. Tragedia, sí, para cada una de las personas cuyos cadáveres han sido recuperados o han desaparecido en las aguas del mar. Pero creemos que estos hechos son algo más. Llamarles crímenes, provocados por políticas criminales y colonialistas, podría parecer excesivo, pero a algunos y algunas nos parece incluso insuficiente. Algunos y algunas pensamos que hay que calificar este tipo de hechos como “Crímenes de lesa humanidad”.
Se entiende por crimen contra la humanidad, o crimen de lesa humanidad, a los efectos del Estatuto de la corte penal internacional, aprobado en julio de 1998, diferentes tipos de actos inhumanos graves cuando reúnan dos requisitos: “la comisión como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque”.
¿Ataque generalizado o sistemático contra una población civil? ¿Qué otra cosa es lo que están haciendo numerosos países, entre ellos la Unión europea y el Estado español, en África apoyando a gobiernos o guerrillas corruptas, según la ocasión, a fin de obtener beneficios económicos al menor coste, a fin de esquilmar a estos países de sus recursos económicos o de depositar en ellos los desechos nucleares que producen o los desechos tóxicos o nocivos que le resulta caro reciclar?. Atacan sistemáticamente a la población civil con las balas y la acción de policías y combatientes por ellos mismos armados, cuando no con las bombas de sus propios aviones; con sus residuos nocivos, atacan los recursos básicos de subsistencia de la población: pesca, campos de cultivo, agua, hasta el aire que respiran. Las políticas económicas y geoestratégicas, entre otros, de los países de la Unión europea hacen que en la mayoría de los países africanos el vivir dignamente, cuando no el simplemente vivir, sea imposible, que la población se tenga que desplazar, que tenga que emigrar de su país para sobrevivir.
Que esta población se desplace no importa a los gobiernos europeos, a no ser que pretendan hacerlo a Europa. En ese caso, les pondrán impedimentos insalvables para obtener visados, les obligarán a intentar cruzar fronteras de manera clandestina, dónde se encontrarán con vallas con cuchilla y policías armados, dónde se encontrarán con mares enfurecidos, barcos desvencijados y un insuficiente y reducido servicio de salvamento. También se encontrarán con un sofisticado sistema de vigilancia de fronteras, Frontex, formado por radares, aviones, barcos que cuesta miles de millones. Que como dijo el Ministro del Interior, en Marzo pasado, “Frontex está pagado para proteger las fronteras, no es una agencia de salvamento”, también manifestó su oposición a que Frontex modifique su mandato para convertirse en una "agencia de salvamento y rescate" de inmigrantes por considerar que ello provocaría un "efecto llamada".
Actos inhumanos graves que no acaban ahí, en sus países, en las fronteras, sino que se continúan ejerciendo en propio territorio europeo, contra aquellas personas que han conseguido sobrepasar la frontera de la Europa fortaleza: ilegales deportaciones en Ceuta y Melilla, como ha reconocido la propia Unión europea; ilegales controles de extranjería, como los declaró una Sentencia de la ONU en 2009; privaciones de libertad sin juicio, durante meses, en CIEs donde sufren condiciones inhumanas de vida, maltrato físico, inasistencia sanitaria, han habido varias muertes en los CIEs; deportaciones en aviones donde van amordazadas o sufren maltrato o son sedadas o simplemente mueren por una mordaza.
Para que todo ello pueda ser considerado como Crímenes de lesa humanidad, sólo falta un requisito: que se produzcan “con conocimiento de dicho ataque”. Que estos países tienen “conocimiento” de dichos ataques se comprueba en la Ley de Extranjería, en los convenios bilaterales o “ayudas” que conceden a los países gendarmes de la frontera europea, en las declaraciones de presidentes, ministros o políticos que aspiran a serlo. No sólo estos países tienen conocimiento, sino que se trata de un entramado de medidas y políticas, físicas y legales, una estrategia diseñada; como la de Frontex, dpnde se invierten millones de euros en controlar la frontera, pero no puede rescatar a personas en situación de naufragio, por que no es su misión ni cometido.
Contra toda esta deshumanización y despropósito, desde SOS Racismo Nafarroa y Papeles Denontzat, hemos convocado a una Marcha. Para denunciar, protestar y visibilizar esta barbarie, por que nada se cambia si no se hace visible, si no se lucha por cambiarlo, y por que cambiarlo es necesario, es imprescindible.
Allí nos vemos, el sábado 25 de abril, a la una del mediodía, en la Plaza Castillo, para marchar hasta la Delegación del Gobierno.