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Los pueblos de los valles de Zaraitzu, Romanzado, Almiradio e Irunberri, bañados por el río Salazar, existen precisamente porque este río los atraviesa. Sin el Rio Salazar y el conjunto de sus afluentes la vida de estos pueblos hubiera sido imposible. Sus economías y sus gentes han estado tradicionalmente ligadas al Salazar, y ahora ven con preocupación un proyecto hidrográfico de la CHE para desviar sus aguas para el recrecimiento de Yesa.

La asociación Zaraitzu Ibaia Naturala (ZAIN) ha sido creada precisamente para canalizar esa preocupación y trabajar por y para la conservación y mejora del Rio Salazar. Su lucha también se enmarca en los esfuerzos comunitarios que se vienen haciendo en la apuesta por un Pirineo vivo donde trabajar y vivir sea posible y en armonía con la naturaleza.

Desde ZAIN se han propuesto promocionar y difundir la nueva cultura del agua, que nos habla de la conservación (ahorro del agua sin alterar los sistemas naturales), de instaurar la cultura de la imaginación para el bien hacer, de controlar la demanda y no de aumentar la oferta, de devolver a los ríos y a sus aguas sus funciones y atributos, de una gestión del agua desde el principio de solidaridad con las nuevas generaciones… En definitiva, del deber que tenemos como sociedad de transmitir este patrimonio en las mejores condiciones posibles a las próximas generaciones.

Para ello, ZAIN se propone realizar una labor de concienciación entre la población de estos valles y dejar patente que lo que se llama la nueva cultura del agua ha sido en realidad la forma de hacer de sus habitantes desde sus inicios.

El Salazar, un río especialmente protegido

David Soto, miembro de la asociación, destaca que esa forma de actuar “con y no contra la naturaleza” no es exclusiva de estos valles, pero que por desgracia son pocos los ríos que no han visto interrumpido su ciclo natural, y que de hecho a día de hoy el Salazar “es el único de los grandes ríos pirenaicos navarros cuyas aguas no han sufrido el devastador efecto de ver reguladas sus aguas”. El Salazar cuenta con leyes y normas que lo protegen. Directivas europeas, una declaración foral como Zona de Especial Conservación… Aun así, Soto advierte de que la nueva cultura del agua “se enfrenta a quienes una y otra vez, han tenido capacidad para actuar contra las leyes y las normas, violándolas en ocasiones y modificándolas a su antojo en otras”. En este sentido, recuerda que un estudio datado en 1987 que hablaba de la regulación del rio Salazar, está presente en todos los Planes Hidrológicos Nacionales, algo que preocupa en ZAIN.

En este estudio se habla de desviar 2/3 partes de las aguas del Salazar para llenar el embalse de Yesa y así hacer posible que su recrecimiento sea rentable. A punto de culminar las obras fundamentales del recrecimiento, ahora se tratará de completar la difícil tarea de abastecer una obra que desde ZAIN tildan de “absurda y peligrosa”.

ZAIN anuncia un trabajo “en positivo” por hacer partícipes a vecinos y vecinas, visitantes, asociaciones e instituciones “del valor patrimonial que representa el río Salazar” y de la importancia de su conservación. “Nuestro trabajo a favor del rio Salazar pivotará sobre principios como la participación y la horizontalidad a la hora de tomar decisiones. Vamos a buscar fórmulas imaginativas y pedagógicas, para lograr reestablecer en nuestros valles la vieja cultura del agua de anteriores generaciones. Esa cultura que ha permitido que hoy podamos seguir disfrutando de las aguas de un rio vivo”, remarca Soto.

“No queremos ni presas ni canales”

La preocupación de mucha de la gente de estos pueblos en torno al futuro del Río Salazar es patente. Según Toño Braco, Presidente del Concejo de Aspurz, la inmensa mayoría del vecindario quiere el Salazar “sin presas, sin canales o túneles, sin hierro ni hormigón”.

Asegura que trasvasar este agua a un pantano de Yesa recrecido “es una temeridad cuando a dia de hoy la seguridad de la presa queda en entredicho”, y muestra su preocupación por las las foces de Arbayún e Irunberri.

El 10 de agosto, gran auzolan para limpiar el Río Salazar
Patxi Mantxo, vecino de Aspurz y miembro también de ZAIN nos indica que el reto para el año 2019 es la realización de un auzolan el sábado 10 de agosto que consitirá en la limpieza y recogida de basura de cauce y orillas del Salazar. En total, más 60 Km, “una tarea enorme” para la que organizarán grupos de trabajo en todos y cada uno de los pueblos y en la que esperan implicar también a las instituciones locales. Para finalizar con el auzolan de forma festiva habrá una comida popular, baño en el río juegos para los más txikis y música en la foz de Arbayún.