#Correscales: 800 kilómetros para tejer complicidades, luchas y sobre todo, mucha solidaridad

Hoy llega a Iruñea Correscales o la Korrika Prekarioa. Como si se tratase de la Korrika en favor del euskera, la Correscales hará lo mismo, pero en contra de la precariedad laboral y recorriendo los 800 kilómetros que separan Euskal Herria de Catalunya.

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Una iniciativa que, en un principio, surgió de los trabajadores de las subcontratas de Telefónica que, al final, se ha convertido en una dinamica solidaria y de lucha que aqui, en Euskal Herria, ha unido a decenas de movimientos sociales, sindicatos y trabajadoras en precario.

El pistoletazo de salida fue ayer a las 18:30 de la tarde desde la calle Buenos Aires de la capital vizcaina y a partir de ahí 800 kilómetros en contra de la precaridad. Una dinámica popular a la que Ahotsa.info prestará especial atención en su paso por la capital navarra y que ayer explicaron en Info7 Irratia Josu Balmaseda y Ernest Gutierrez, ambos implicados en la organización de Correscales.

Cientos de personas se reunieron en Bilbo, frente la tienda de Movistar, custodiada por media docena de ertzainas. La enorme iniciativa que recorrerá 800 kilómetros contra la precariedad laboral llegará el lunes a Barcelona, después de pasar por Gipuzkoa, Nafarroa, Aragón y Catalunya.
Los sonidos de la txalaparta dieron paso al bertsolari Arkaitz Estiballes. Después los trabajadores de Movistar resumieron la huelga indefinida que protagonizaron. A partir de ahí, se escenificó la comunión trenzada entre diferentes agentes sociales en el combate contra la acumulación de riqueza.

La lucha que empezaron las trabajadoras subcontratadas por Movistar ha conectado con otros sectores precarizados. Por ello ayer se pudieron ver mensajes a favor de la dignidad de las trabajadoras y en contra de la precariedad en pancartas y camisetas de muchas de las participantes. Antes de empezar la marcha, nombraron a los diferentes colectivos que llevarían el testigo en el primer kilómetro: feministas, jóvenes, ecologistas, desempleados, pensionistas, antimilitaristas… El objetivo es tejer complicidades, luchas y solidaridad.

Después de introducir el texto trilingüe en el testigo –una pieza que emula un teléfono azul–, empezó la marcha entre gritos de “tipi-tapa, tipi-tapa, correscales”, “borroka da bide bakarra” (“la lucha es el único camino”), “prekarietatea apurtu” (“destrocemos la precariedad”) o “aquí está la Marea Azul”. El texto recorrerá los 800 km en el testigo y lo leerán en Barcelona.
“Estamos aquí para pelear este injusto sistema que nos deja sin salidas, estamos contra la precariedad laboral”, subrayaron al inicio de la marcha. “Queremos formar una sociedad que no nos obligue a consumir, queremos desarrollar nuestro proyecto de vida en libertad, no queremos andar pidiendo salarios miserables, la solidaridad tiene que prevalecer ante el individualismo, no debemos aceptar los chantajes”.

Y así, empezó la marcha. Los miembros de la Marea Azul formaron con sus escaleras los primeros metros. Al principio con tranquilidad, muy parecido a una manifestación, y luego a trote hasta que la marcha llegó a Basauri. De aquí en adelante, los trabajadores y solidarios han seguido toda la noche haciendo frente al viento y la lluvia. La meta, en Barcelona, a 800 kilometros.

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