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“¿Sabéis qué se siente cuando tus ojos no divisan tierra, cuando el oleaje empieza a crecer? ¿Sabéis cómo es el mar a 10 millas de la costa? ¿Sabéis cómo es el infierno? ¿Sabéis cómo es un cuerpo flotando boca abajo por el que ya nada se puede hacer?”  Etas palabras de Txema Monreal, patrón de barco y técnico de salvamento, muestran la cruda realidad que sufren miles de personas que tratan de alcanzar las costas europeas en busca de una vida mejor o tratando de salvar sus vidas dejando atras su tierra en guerra.

Iruñea Ciudad de Acogida ha celebrado hoy su primera concentración en demanda de permiso para que el barco de salvamento Aita Mari pueda zarpar hacia las aguas del Mediterráneo para salvar vidas. Los y las solidarias han denunciado que mientras el buque de la Armada Española Juan Carlos I, el mayor barco de guerra jamás construido en el Estado español, ha sido exhibido en Getxo y no tiene ningún problema para transportar sus depósitos llenos de bombas, granadas y demás munición, el pesquero Aita Mari, transformado en buque de salvamento, no puede zarpar porque los gobiernos  se lo impiden. “Ha estado atracado en Bilbao durante más de 15 días, con su tripulación dispuesta a enseñar como es un barco para rescatar personas y el instrumental necesario para salvar vidas: chalecos, mantas, alimentos, personal médico”, dicen desde Iruñea Ciudad de Acogida. Sin embargo, el Aita Mari atrajo muchísimo menos interés que el Juan Carlos I, por lo que desde la iniciativa ciudadana se preguntan “qué sociedad es esta en la que un barco de guerra despierta tanto interés y un barco para el rescate de personas tan poco”.

Las concentraciones se repetirán el 8, 15 y 29 de abril a las 19.00 en frente de la Delegación del Gobierno español en la Plaza Merindades de Iruñea.