Ciegos, nos quieren ciegos….

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La tercera guerra mundial llega a Europa, Argelia, Mali, República Centroafricana, Libia, Egipto, Palestina, Líbano, Siria Irak, Afganistán,  Pakistán,  Yemen, Somalia, Nigeria… en todos estos países la guerra se extiende y sus coletazos han llegado hasta Paris estos días.

Gran parte del mundo islámico, 1600 millones de habitantes, dicen sentirse humillados por que Occidente quiere  imponerles  soluciones ajenas a su forma de ver la vida…y ante la humillación real o solamente sentida, el ser humano reacciona con odio, una pequeña parte de la población con violencia… pero claro, una pequeña parte de 1600 millones de personas, son muchas personas…

Se dice  que el ataque de París es un ataque a la libertad de expresión, todo se puede expresar, pero a poco que miremos a  nuestro alrededor, veremos que sí tenemos permiso de usar la libertad de expresión para insultar a minorías, culturas ajenas a las occidentales y oponentes políticos de los gobiernos y poderes dominantes. Sin embargo, cuando esa libertad de expresión no le gusta al gobierno de turno, ese gobierno ataca con todos los medios: hay temas que no se pueden debatir: el antisemitismo y negar el holocausto  está prohibido, en el estado español no se puede opinar en libertad sobre presos, víctimas, el conflicto vasco…los mismos gobiernos que defienden el derecho a decir lo que queramos contra sus enemigos políticos o militares, censuran y prohíben  cuando les afecta a ellos…  y no solo eso, en Estados Unidos, por ejemplo, hablar para propagar el odio contra razas, culturas, minorías, etc., está prohibido y castigado…

Las palabras producen realidad, como los hechos, como las humillaciones, como la hipocresía, como la ceguera…El escritor Saramago escribió en su ensayo sobre la ceguera: “Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que viendo, no ven.”

Sangre derramada, barbarie día tras día, …

Tenemos todas una  responsabilidad, preguntarnos desde nuestra supuesta pequeñez individual, qué pensamientos debemos crear en nuestra mente, que palabras debemos expresar y cuales no, qué acciones hemos de realizar, qué acciones debemos de evitar, porque todo ello produce consecuencias, crea realidad… desde nuestra supuesta pequeñez individual debemos de pensar si cavamos trincheras o construimos puentes, si nos convertimos en instrumentos de guerra y odio o en instrumentos de paz y amor.

Gehiago