Ante el juicio contra el Gaztetxe Maravillas

Hace tiempo anunciaron a bombo y platillo que nuevos tiempos y nuevas prácticas habían llegado pero primero en agosto y después en enero nos pareció ver el fantasma de Barcina recorriendo nuestras calles. Un gobierno, por la fuerza, y un barrio digno resistiendo.

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Nos han robado, nos han golpeado y se han cebado con un edificio que tenían en el olvido y que desde abajo se había puesto a disposición de un barrio. Todo para demostrar quién manda, todo para machacar a quienes nos atrevemos a levantar la voz. Porque lo pueden decorar con muchas excusas, que si la seguridad; que si el patrimonio; que si la memoria histórica… pero al fin y al cabo, va de eso, de mantener el orden, ellos arriba y nosotras bajo su yugo.

    Y es que los hechos recogen el relato, ellos abandonan: más de 20 años de dejadez; ellos deterioran: primero dejando que el espacio se infeste de ratas y palomas y posteriormente a golpe de martillo neumático; y finalmente olvidan: clausuran con hormigón las puertas para que nadie pueda apreciar el daño que han causado. Además, todo ello lo hacen a golpe de represión. Han marcado muchos cuerpos, nos están intentando ahogar en multas y nos arrastran a sus cortes a enfrentarnos a juicios que pueden acarrear penas de prisión.

    Ya reconquistaron el edificio, ¿cuál es la excusa que utilizan ahora para bloquear la devolución de cientos de materiales a decenas de colectivos?, ¿cuál es la excusa para continuar presionando por vía judicial?. ¿La seguridad?, ¿el patrimonio? o ¿la memoria?

    Nosotras por nuestro lado lo vemos claro, como ya hicieron en Agosto, han calculado mal. Y han despertado una ola de solidaridad que se está convirtiendo en un tsunami que recorre Euskal Herria, convirtiendo un pequeño proyecto de barrio en una idea por la que luchar en todo el territorio.

    Igualmente, sobra decir que esto no se ha acabado, que seguimos en la brecha y que este barrio ha recordado lo que era tener un Gaztetxe y no se va a rendir tan fácilmente. También les queremos dejar patente que llevamos ya casi 4 meses esperando que los que se dicen garantes del diálogo, se sienten en una mesa y el martes puede que tengan su última oportunidad, porque la paciencia tiene un límite…

    Y que les quede claro que el Gaztetxe Maravillas va a volver a Alde Zaharra con su consentimiento o contra su voluntad.

    Por eso, os recordamos que el jueves 9 de Mayo a las 9 de la mañana tenemos otra cita en el juzgado para gritarles alto y claro: “¡gora Maravillas y gora Alde Zaharra!”

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