Acción global contra la “extracción neo-colonialista” de combustibles fósiles y en defensa de los océanos
Activistas de Extinction Rebellion Iruñea participaron ayer en la jornada de acción global llevada a cabo en 19 países para defender los océanos y mares "contra la extracción neo-colonialista de combustibles fósiles por parte de multinacionales del Norte Global". Unas 20 personas se concentraron ante el Monumento al Encierro y dieron lectura al siguiente comunicado para denunciar la actividad de la industria petrolífera y de los últimos derrames en mares del mundo.
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Movimientos de 19 países tanto del Sur como del Norte Global realizaban ayer movilizaciones conjuntas en una acción internacional contra el neocolonialismo, el poder corporativo y la destrucción ambiental, y en solidaridad con las zonas y las personas más afectadas.
Comunidades y activistas en primera línea de la crisis ambiental están pidiendo al mundo que se una a su lucha por los océanos, los mares y la justicia global, bajo el hashtag #oceanazo. “Los océanos actúan como barreras geográficas entre continentes, pero este viernes hemos mostrado cómo nos conectan”, decían los activistas de Iruñea, una veintena que se concentraban ayer junto al Monumento al Encierro, bajo el lema “Somos gotas de un mismo océano”. Allí dieron lectura a 3 cartas escritas por los movimientos de Perú, Argentina y Sudáfrica, países amenazados por la actividad de la industria petrolífera.
En las últimas semanas se han producido múltiples derrames de petróleo alrededor del mundo causando graves daños. Chevron (EE.UU.) es responsable de aproximadamente 50 mil litros derramados en Tailandia la semana pasada, y días después casi dos millones de litros se derramaron en Ecuador, contaminando los ecosistemas Amazónicos por segunda vez en solo dos años.
En Perú, un catastrófico derrame de petróleo por parte de la multinacional Europea de petróleo y gas Repsol está afectando actualmente a más de 20 playas, devastando la vida marina y los ecosistemas, llevando a varias especies amenazadas al borde de la extinción, y poniendo en riesgo la salud y el sustento de miles de personas. La compañía niega su responsabilidad por el derrame y se niega a pagar por la limpieza.
Mientras, en las costas de Argentina y Sudáfrica, miles de personas se están movilizando contra empresas europeas de combustibles fósiles, entre las que se encuentran Shell, Equinor y Total, que pretenden realizar estudios sísmicos, perforaciones en aguas profundas y fracking.
“Estos son solo algunos ejemplos de cómo empresas multinacionales están destruyendo los territorios de comunidades locales, de personas negras, indígenas y de color a nivel mundial, generalmente empleando métodos – como el fracking – que están prohibidos en sus países de origen por sus efectos devastadores en los ecosistemas y la salud humana. Para extraer combustibles fósiles convierten áreas del Sur Global en zonas de sacrificio, tratando a poblaciones enteras como si fueran descartables. No van a parar su explotación neocolonial a menos que sientan la presión social en las calles”, dijeron ayer en la concentración.
Osver Polo Carrasco miembro del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC) de Perú explicaba que exigen “soberanía energética justa y colectiva” frente a las corporaciones multinacionales y el cese de los decretos y legislaciones que promueven hidrocarburos, el fin de los proyectos extractivos en mar, tierra y selva y sanciones a las corporaciones que han contaminado y dañado a los pueblos y territorios, así como que las empresas paguen reparaciones a los que ya han sido afectados.
La denominada Rebelión Costera Global ha movilizado a comunidades afectadas y simpatizantes “construyendo una resistencia plurinacional contra una amenaza multinacional”. Desde Sudáfrica a los Países Bajos, desde Argentina a Noruega, desde Perú a Alemania, se celebraron manifestaciones y acciones creativas.