Absuelven a tres huelguistas de Donibane para quienes el Fiscal pedía dos años de cárcel por cerrar una casa de apuestas
Una grabación de vídeo de la propia casa de apuestas desmentía la versión de la Fiscalía, que hablaba de coacciones e intimidación violenta hacia el responsable del establecimiento.
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Tres jóvenes de Donibane han sido absueltos por el Juzgado de lo penal nº 2 de Iruñea tras haber por unos hechos acaecidos en la huelga general de enero 2020. Los jóvenes fueron detenidos en una operación policial que realizó días después la Policía española y el Fiscal pedía para ellos dos años de cárcel y una orden de alejamiento de 200 metros de la casa de apuestas a la que supuestamente habían obligado a cerrar.
La Huelga General convocada aquel 20 de enero dejó varios heridos y detenidos en este barrio de Iruñea. La Policía española interceptó el piquete informativo que recorría las calles de Donibane y golpeó a sus integrantes. Una persona fue detenida en ese momento. La excusa esgrimida por los agentes fue la supuesta amenaza al responsable de una casa de apuestas.
El Fiscal, que se adhirió a las tesis policiales, afirmaba en su escrito de acusación que el piquete accedió a la casa de apuestas “con el fin de amedrentar a los trabajadores” y que “los congregados comenzaron a golpear la puerta de entrada y a hacer detonar petardos”. Decía que los acusados tenían “una actitud intimidante” y que con “tono imperativo y de forma avasalladora” le ordenaron al responsable del establecimiento que cerrara porque “hoy es día de huelga”, mientras uno de ellos colocaba pegatinas en los monitores de la tienda.
Sin embargo, una grabación presentada en el juicio recoge que los tres acusados entraron el local, y mantuvieron una brevísima conversación con el empleado del mismo, instándole a que se uniera a la
huelga, a lo cual el trabajador se negó, e inmediatamente los acusados salieron del salón de juegos, sin que hubiera coacción o actitud violenta por parte de los acusados.
Detenciones a punta de pistola
Los jóvenes detenidos días después de la huelga general por la Policía española denunciaron que uno de los arrestos se efectuó “a punta de pistola”. En respuesta a estas detenciones y a la brutalidad policial, se realizaron varias protestas y una campaña de solidaridad para evitar la condena de los jóvenes.