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Los cinco acusados de interrumpir el tráfico en enero de 2007 en la autopista AP-8, en protesta por el sumario Jarrai-Haika-Segi, han sido absueltos por un juzgado de Donostia que considera que no existen contra ellos «pruebas de cargo bastantes» en este caso.

Los hechos enjuiciados ocurrieron el 13 de enero, cuando un grupo de jóvenes se encadenó e interrumpió el tráfico a la altura del peaje de la autopista A-8 en sentido Bilbo.

Según la sentencia, los hechos sucedieron cuando los cinco procesados, Saioa Zerain, Ainara Ladron, Aritz Azkona, Naroa Ariznabarreta y Asier Alberdi, «procedieron a encadenarse con bidones rellenos de cemento» en la citada autopista, «impidiendo el tránsito de vehículos y causando retenciones en apoyo a Segi» ya que «días antes la Audiencia Nacional había disuelto» esta organización juvenil.

La sentencia absuelve ahora a estas cinco personas, que se enfrentaban a una petición de 21 meses de cárcel por parte de la Fiscalía, al entender que durante la vista oral no se practicaron «pruebas de cargo bastantes para imponer a los acusados una sentencia condenatoria». «No se duda de la autoría de los procesados, de que actuaran en grupo y de que con su actuación tenían como fin inmediato consistente en la alteración del orden público, pero no que fuera como medio para la consecución del fin mediato de atentar contra la paz pública», afirma el texto judicial.

La magistrada concluye que «ante la insuficiencia de prueba de cargo suficiente respecto a la concurrencia de amenaza grave a la paz pública, ha de concluirse una sentencia absolutoria por no aparecer en los hechos acreditados que con la alteración del orden público concurriera un efectivo riesgo para los usuarios de las vías obstaculizadas ni resulte probado el dolo específico de atentar contra la paz pública».

El juicio se retrasó hasta cuatro veces, la última después de que Ariznabarreta, Azkona y Ladrón no se presentasen al juicio. Los tres fueron detenidos y se les aplicó la política de dispersión, siendo alejados a las prisiones de Valladolid y Logroño. Quedaron libres tras el juicio.