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Hay que recordar que la flotilla transportaba ayuda humanitaria y tenía como objetivo romper “el bloqueo criminal impuesto sobre la Franja de Gaza” que dura ya más de 17 años y que supone un “castigo colectivo prohibido por el derecho internacional, y ha provocado una catástrofe humanitaria sin precedentes”.

Los y las activistas internacionalistas han vuelto a denunciar el genocidio contra el pueblo palestino y que la agresión israelí contra una misión humanitaria en alta mar “constituye un acto de piratería y un crimen, que vulnera la legalidad internacional”, y que además ha contado “con la complicidad de gobiernos y organismos internacionales que guardan silencio ante la masacre”.

Sobre el “desastroso plan de paz de Netanyahu y Trump”, al que restan legitimidad, denuncian que pretende legitimar el control de Israel sobre Gaza y Cisjordania y que niega la creación de un verdadero Estado palestino. Denuncian que “ignora por completo la reparación de los daños causados y la apertura de causas penales contra los responsables políticos y militares del genocidio” y subrayan lo “hipócrita” de poner al frente a figuras como Tony Blair, “corresponsable de la invasión ilegal de Irak”. “No se trata de un plan de paz, sino de un intento de consolidar la ocupación y perpetuar el sufrimiento del pueblo palestino”, han afirmado.

Por ello, llaman a redoblar los esfuerzos solidarios desde Euskal Herria exigiendo la entrega urgente y segura de la ayuda humanitaria a la población de Gaza, poner fin al genocidio, liberar a las activistas de la Global Sumud Flotilla y la apertura de procesos judiciales internacionales contra los responsables políticos y militares del genocidio.

Sobre la situación de las personas arrestadas, algunas de las cuales ya han sido liberadas y expulsadas por las autoridades sionistas, se va conociendo que el Ministerio de Exteriores español ha intercedido para lograr la liberación de personas con nacionalidad española, entre las cuales estarían los 4 activistas vascos, uno de ellos, además, vecino de Nafarroa. La preocupación sobre su estado de salud ha crecido al saberse que hay denuncias de maltrato a los arrestados, que se les ha privado de alimento, agua o medicamentos. Las imágenes de las arrestadas en una cárcel israelí en el desierto del Neguev siendo increpadas, insultadas y humilladas por un ministro sionista han sido también motivo de denuncia.

Según publica Naiz.info, el equipo jurídico de la Global Sumud FLotilla en Israel confirmó este sábado haberse reunido con 80 participantes, de los más de 400 detenidos, antes de las vistas judiciales y dijo que se celebraron 200 audiencias, entre el jueves al viernes, «sin previo aviso a los abogados» y, por tanto, «sin asistencia» de la ONG Adalah, encargada de la defensa.

Según un comunicado de esta ONG, «las audiencias continúan» este sábado y sus abogados se encuentran en la prisión de la localidad de Ktziot, donde hay «retenidos cientos de miembros de la flotilla».

Por su parte, Adalah aseguró hoy que «no ha recibido ninguna comunicación directa de las autoridades (israelíes) sobre deportaciones inminentes», pero confirmaron la salida de un avión, coordinado por la Embajada de Turquía en Tel Aviv, con 137 participantes. Hoy se ha sabido que una veintena de personas con nacionalidad española también podrían ser deportadas.

Según se apunta, los arrestados tienen dos posibilidades tras llegar a territorio israelí: acceder a su deportación inmediata o no. En el primer caso, los trámites son rápidos y pueden ser deportados por las autoridades israelíes sin más trámites, como ocurrió con más de 20 activistas que llegaron el domingo por la noche a Madrid, pero en el segundo, un juez debe decidir sobre su deportación, con lo que el proceso lleva más tiempo. Sin embargo, las últimas noticias indican que hoy mismo podría producirse esa expulsión y que en este segundo grupo estarían los activistas vascos.

Sin alimentos y medicinas

Los participantes detenidos en Israel denunciaron «diversas formas de maltrato y agresión por parte de los guardias de la prisión» y algunos aseguraron «no haber recibido alimentos» desde la interceptación el miércoles de los barcos.

El grupo jurídico Adalah registró también denuncias de participantes a quienes «les retenían los medicamentos y que no se les proporcionaban medicamentos alternativos».

«Otros denunciaron la falta de acceso a agua potable y describieron el agua disponible como insalubre o de mala calidad», indicó la defensa en el comunicado.