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“Desde que tuvimos conocimiento a principios de mayo de la intención de este cierre las familias del grupo de preinscritos y del grupo de 4º de la ESO de Alaitz nos movilizamos para intentar revertir una decisión que nos parecía injusta, y aunque se nos repetia que era provisional, veíamos desde lejos que ya estaba tomada”, denuncian desde la asamblea de padres y madres creada en Barañain, que estos días celebra sus fiestas.

La demanda había sido muy alta en el pasado curso (21-23 alumnos procedentes del propio instituto y 30 preinscritos externos), pero el aviso de que un aula sería cerrada llegó tras el período de preinscripción.

Tras concentraciones, instancias a Educación, encuentros con grupos políticos del Ayuntamiento de Barañain y elevar una queja al Defensor del Pueblo, EH Bildu llevó el tema al Parlamento. Sin embargo, el Consejero de Educación defendió el cierre del aula y dió una serie de datos erróneos. “Los números que en el Parlamento citó el Sr Gimeno nada tienen que ver con la realidad que ha quedado patente en el listado de alumnos admitidos”, indican desde la iniciativa, que defiende que son 26 los y las alumnas afectadas. “Esos 26 alumnos en lista de espera, algunos de ellos oriundos de Barañain, han sido recolocados en otros centros cuando Alaitz los puede atender perfectamente ya que está dimensionado para dar cabida a las dos aulas de 29-30 alumnos que históricamente ha tenido siempre”, defienden.

Los padres y madres se muestran enfadados por las palabras del Consejero Gimeno. “No se trata de sobredimensionar ningún instituto, ni de malgastar dinero de los contribuyentes como se insinuó por parte del Consejero, sino que se trata simplemente de no recortar en educación, que es lo que se ha hecho.”