La plantilla de la residencia de Kaseda en pie de guerra en favor de un convenio justo que dignifique sus sueldos

Las trabajadoras de la residencia de Kaseda han dado comienzo a las movilizaciones de protesta para forzar a la empresa que gestiona el geriátrico municipal a una negociación real para actualizar el convenio laboral. La empresa solo les ha ofrecido una subida salarial del 1%. "Con eso podremos echarnos 3 cafés más al mes, es una tomadura de pelo y una falta de respeto", han denunciado.

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En el año 2012, cuando la situación económica de la residencia atravesaba un mal momento, se les propuso una bajada de salario mensual de 50€ con la promesa de que en el momento en que la situación mejorara, se les volvería subir el salario. En ese momento, accedieron por la crisis y para no poner en riesgo el futuro de la residencia.

Pero pasados los años y tras analizar las cuentas económicas de la residencia con el sindicato LAB, han podido comprobar que la situación económica actual es favorable, y desde que entró la última empresa gestora, la residencia ahora mismo se encuentra en su mejor momento.

“Las plazas de la residencia están totalmente completas y las cuotas de los usuarios se incrementan cada año. El grado de dependencia de los usuarios aumenta con el tiempo y por lo tanto el precio de la plaza se encarece. ¿Qué hacen con este incremento de los ingresos? Solo podemos decir que ni la plantilla ni nuestros salarios han aumentado como ha aumentado la carga de trabajo que han suspuesto estos cambios”, denuncian.

Como ha quedado patente durante la pandemia, su labor es muy delicada y vocacional. “Trabajamos con personas vulnerables que están viviendo la última etapa de su vida y naturalmente nos volcamos en nuestro trabajo más de lo que nos corresponde, siempre por ellos y por ellas. Y de eso se valen. Somos conscientes de que se están aprovechando de nuestra buena voluntad y eso les enriquece y nos precariza aún más”, se quejan.

La vigencia del convenio de empresa actual terminó en el año 2014 y desde entonces no han tenido ni convenio, ni mejoras. Por eso consideran que es momento de forzar a la empresa a reconocer su trabajo y sentarse a negociar un convenio que dignifique sus condiciones laborales.

“A lo largo de la negociación hemos hecho un gran esfuerzo en dejar de lado muchas de las peticiones inciales con tal de facilitar la negociación, pero la empresa no demuestra voluntad de negociar y no se mueve del 1% de subida que nos ofrecen desde el principio”, denuncian.

La oferta de la empresa es tan irrisoria como escandalosa. “Con un 1% de subida, podremos echarnos 3 cafés más al mes, lo cual consideramos una tomadura de pelo y una falta de respeto hacia todas nosotras y nuestra labor”, critican con enfado.

“Tenemos claro que lo que pedimos es justo y asumible. Y tenemos claro también que una vez llegadas a este punto, no nos vamos a echar atrás. Estamos fuertes y muy unidas”, sostienen, por lo que seguirán movilizándose como lo hicieron ayer mismo con una concentración en Kaseda a la que acudieron numerosos vecinos y vecinas además de las trabajadoras de la residencia.

Gehiago