BiziHotsa, una caja de resistencia para hacer frente a la ofensiva neoliberal que se avecina
La Caja de Resistencia BiziHotsa es una caja creada por colectivos feministas, antiracistas y anticapitalistas, las redes de cooperativas de Euskal Herria (Olatukoop), sindicatos y redes ciudadanas para hacer frente a la ofensiva neoliberal agravada por la pandemia del coronavirus. El primer objetivo es reunir antes del 21 de mayo 60.000€ para poder garantizar asistencia jurídica para quienes sufren de forma más grave esta crisis.
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“La vida no se detiene, pero ahora está en mayor riesgo que nunca”. La pandemia del coronavirus y la gestión que desde las autoridades se está haciendo de la crisis ha puesto en riesgo los proyectos de vida de muchas personas y familias. Colectivos, sindicatos y redes ciudadanas junto a las coopertivas de OlatuKoop denuncian que la gestión ha venido acompañada de “una profundización de la necropolítica que ya estaba agravando las diferencias sociales y que está teniendo un mayor efecto en las comunidades y colectivos vulnerabilizados (mujeres y comunidad migrante, entre otras)”.
“La crisis sanitaria, social y económica ha obligado a que muchas asociaciones y colectivos en Euskal Herria hayan detenido su accionar político y hayan reorientado todas sus fuerzas en dar una respuesta urgente a la emergencia social. De este modo, lo que las instituciones no están cubriendo lo está haciendo el tejido asociativo o las recientemente creadas redes ciudadanas a través de distribución de alimentación, de dotación de vivienda, de reparto de mascarillas y productos de higiene básica, de formación continua autogestionada o del pago de cuotas y suministros”, recalcan.
En este sentido, la caja de resistencia BiziHotsa pretende ser “un fondo cooperativo que, en dos fases – una de urgencia y otra de estabilización – ayude, por un lado, el acceso a los bienes básicos que ahora ni siquiera están asegurados; y, por otro lado, acompañe en la creación de alternativas económicas”.
En esta primera fase, que ya ha comenzado y en la que se han recaudado más de 30.000€, se pretende hacer frente a las necesidades urgentes que tienen los colectivos y a la creación de autonomía económica. Además, en esta primera fase, se implementará una asesoría jurídica para quienes sufren violencia machista, para ayudar en la tramitación y recepción de subvenciones y ayudas públicas y para hacer frente a multas y castigos “impuestas con criterios racistas en un gran porcentaje”, según denuncian. En una segunda fase, el objetivo será que los colectivos participantes que hayan logrado una cierta autonomía material puedan sostener proyectos de economía autogestionada, cooperativa o comunitaria.
BiziHotsa quiere poner en valor “la fuerza de la solidaridad y el apoyo mutuo”, y es, por ello, por lo que impulsan una primera convocatoria de apoyo a 15 proyectos que ya están dando respuesta, desde la calle y las bases, a la situación de emergencia que las instituciones no están atendiendo. “Son iniciativas, proyectos políticos, que están aportando soluciones directas y que requieren de recursos para su sostenibilidad”, indican. Estos proyectos están atendiendo ámbitos como el de la alimentación, la vivienda o la lucha contra la violencia machista. Por ahora, están radicados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, pero quieren extenderlo también a Nafarroa.