Progresión de grado, la clave para la salida de presos y presas vascas
Analizamos junto a la abogada Amaia Izko y el portavoz de Sare Herritarra Joseba Azkarraga la negativa sistemática de las autoridades penitenciarias y judiciales a la progresión de grado de los miembros del Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas, medida que se sigue imponiendo pese a la desaparición de ETA y al cambio de gobierno en Madrid y que imposibilita la libertad anticipada de decenas y decenas de prisioneros.
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Las calles de Donostia serán este sábado escenario de una nueva movilización en favor de una agenda de soluciones para los y las presas políticas vascas. Junto a la exigencia del final de la política de dispersión, se reivindicará que se dejen de poner obstáculos a la progresión de grado de los presos, asunto clave para que puedan acceder a beneficios penitenciarios que agilicen su salida de prisión.
En la legislación penitenciaria española, los presos son clasificados en 1º, 2º y 3º grado según el criterio de la autoridades penitenciarias. Así, el 99% de los presos, al entrar en prisión, son clasificados en 2º grado. Sin embargo, en el caso de los y las presas políticas vascas, la mayoría permanece en 1º grado hasta su salida de prisión.
Cambio en la postura histórica del EPPK frente a la progresión de grado
Durante años, los presos y presas políticas rechazaron la posibilidad de solicitar la progresión de grado al entender que podría ser motivo de chantaje por parte de las autoridades penitenciarias. Sin embargo, en el marco del Proceso de Paz en Euskal Herria y tras las decisiones unilaterales de la Izquierda Abertzale y ETA, el Colectivo de Presos Políticos Vascos decide tratar de utilizar la legislación penitenciaria para lograr que los prisioneros retornen a sus casas lo antes posible.
Pero a pesar de que los y las presas políticas vascas han realizado peticiones individuales que durante tanto tiempo se les exigían, estas han sido rechazas sistemáticamente. Solamente un par han sido atendidas.
Si el paso del 1º al 2º grado no exige condiciones más allá de presentar un comportamiento adecuado dentro de prisión, para pasar del 2º al 3º grado la legislación española exige una serie de requisitos de marcado tinte político a partir de una reforma legal del año 2003, especialmente diseñada para dificultar que los presos y presas vascas pudieran obtener beneficios penitenciarios como el resto de presos. Amaia Izko y Joseba Azkarraga apuestan por derogar este cambio legislativo, lo que provocaría que alrededor de la mitad de los y las presas en el Estado español saldrían a la calle.
Ante el bloqueo del Estado, la movilización social
Sare Herritarra y la dinámica Orain Presoak llevan tiempo impulsando nuevas alianzas para tratar de desbloquear la situación y que el gobierno español mueva ficha, y llaman a la movilización social para lograrlo. Este sábado, y con el amplio apoyo de organizaciones sociales, políticas y sindicales, una manifestación recorrerá las calles de Donostia a partir de las 17.00 saliendo desde el Antiguo.