Buscan familias urgentemente para acoger a niños saharauis durante este verano

La Asociación Navarra de Amigos del Sahara busca 10 familias para su proyecto “Vacaciones en Paz” que se lleva a cabo con niños saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf y la delegación en Navarra-Nafarroa del Frente Polisario.

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La Asociación Navarra de Amigos del Sahara busca 10 familias para su proyecto “Vacaciones en Paz” que se lleva a cabo con niños saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf y la delegación en Navarra-Nafarroa del Frente Polisario. Se trata de un programa a nivel estatal que ANAS lleva más de 20 años gestionando en Nafarroa y en el cual, en la actualidad, participan cientos de niños y niñas con edades comprendidas entre los 10 y 12 años. Hace pocas semanas, ANAS difudía un mensaje para lograr que algo más de 20 hogares se sumaran a esta iniciativa, y ya han conseguido la mitad, pero todavía no han logrado el objetivo final.

ANAS remarca que estos menores se convierten durante los meses de verano “en embajadores de su causa y de su pueblo, que sobrevive desde hace más de 40 años divididos entre el Sahara Occidental Ocupado y los campos de refugiados saharauis situados en Tinduf, Argelia”. Ambas realidades “son verdaderamente complicadas”, pero las consecuencias de “sobrevivir” en la inhóspita hammada argelina sobre la que se asientan los campamentos genera una serie de carencias (“y también virtudes”) que durante estos dos meses mejoran muy considerablemente.

En total, está previsto que sean 115 los niños y niñas que llegarán a Nafarroa a finales de junio en un vuelo chárter desde Tinduf, y se quedarán hasta finales de agosto. Este proyecto tiene como objetivo evitar que estos chavales sufran el calor abrasador que alcanza más de 50 grados en los meses de verano. Del mismo modo, se consigue suplir el desequilibrio en la alimentación que se sufre cada día en el exilio, y además, debido a la falta de medios médicos para atender a la población saharaui en los campos de refugiados, durante el verano se proporciona atención sanitaria que mejora su salud.

Otro de los grandes beneficios de pasar el verano fuera de los campamentos de refugiados es que estos jóvenes conocen una nueva cultura, elementos naturales como el mar, un paisaje verde o una montaña… Por no hablar de la experiencia que supone para las personas receptoras, que tienen la oportunidad de conocer su cultura, educación y costumbres.

“Todo en regla”
Todos los niños y niñas saharauis que vienen a Nafarroa con el programa “Vacaciones en Paz” están legalmente registrados en los respectivos ministerios españoles y avalados por el Gobierno foral. Además, viajan con un seguro de responsabilidad civil, de accidentes y repatriación.

Los niños y niñas también están dados de alta en la Seguridad Social y además, gracias al trabajo de asociaciones y particulares, los niños y niñas saharauis pueden acudir a una revisión óptica y dental gratuita. En el caso de que necesitaran gafas graduadas, estas  son gratuitas, y los costes de posibles intervenciones dentales como empastes son más reducidos.

Como es lógico, las familias receptoras tienen que cumplimentar una serie de requisitos de índole legal (como presentar los antecedentes penales, delitos sexuales o el certificado de convivencia) y realizar un seguimiento antes y durante la estancia del menor.

Sin embargo, desde ANAS subrayan que “los requisitos esenciales son tratar al niño o niña como a un hijo o hija más. Convivir, respetar culturas, aprender y enseñar. Tener tiempo para hacerle ese reconocimiento médico que necesitan y sobre todo, tiempo para jugar, trabajar y sonreír juntos”. Para toda familia acogedora, compartir un verano con “un embajador o embajadora saharaui” supone superar muchos miedos e inseguridades, aseguran desde la asociación, pero también permite conocer a toda la familia la realidad de un pueblo en lucha, su cultura y el distinto valor que ambas sociedades otorgamos a las pequeñas cosas. Inciden en que las familias de acogida se convierten “en su familia navarra de la que siempre se acordará y que cambiará su vida”, pero también la de quienes le acogen y compartan tiempo con él o ella.

ANAS ayuda a sufragar los gastos
El coste de este proyecto es realmente alto a pesar de las recientes ayudas recibidas. Además de otras gestiones, traer un niño o niña desde los campamentos hasta el lugar de recogida y vuelta, cuesta en torno a 900€, según indican desde ANAS. Por ello, hasta ahora, la asociación ha garantizado que las familias aportaran como máximo  500€. “En ANAS trabajamos durante todo el año tratando de reducir este coste, por lo que aún no sabemos el dinero exacto que deberán aportar las familias este verano 2018, pero aseguramos que el máximo será como mucho de 500€, ANAS se hará cargo del resto”, indican.

Desde la asociación entienden que en los tiempos que corren es un coste alto y por ello dan facilidades para hacer el pago en varios abonos e incluso ofrecen boletos para que las familias vendan y así costeen lo que falte. A cargo de familia, claro está, queda la manutención del niño o niña acogida. A cambio, “la totalidad de su energía, sonrisas y también carcajadas sonoras que dan voz a un pueblo en lucha”, prometen desde ANAS.

Las familias interesadas pueden llamar al teléfono 680268021 o escribir al email asociacionanasnavarra@gmail.com.

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