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“La dispersión afecta a toda la sociedad y como parte de ella a las Peñas también”, dicen en un comunicado firmado por estas 11 peñas de Iruñea, que recuerdan que de los 300 presos y presas políticas 45 son navarras, y que entre ellos se encuentran los socios de La Única, Juan Mari Etxabarri y Aurken Sola, Iñaki Armendariz y Alberto Ilundain, de La Jarana, Josetxo Arizkuren, del Muthiko Alaiak, Txuma Altable y Mikel Gil de la Armonía Txantreana y Xabi Rey que era socio de la peña Anaitasuna.

Denuncian que el alejamiento obliga a que sus familiares y amigos tengan que recorrer una media anual de 63.599 km con un gasto medio de 19.653 € anuales por familia. “Este castigo afecta tanto a niñas (una socia de La Alegría de Iruñea de 5 años recorre 1600 km para poder ver a su padre) como a padres y madres ancianos que llevan años sin ver a sus hijos porque la edad no les permite hacer semejantes viajes o socias de las Peñas que tienen su pareja, familiares o amigos en prisión”, denuncian. Recuerdan también los más de 300 accidentes causados por la dispersión y sus 16 víctimas mortales.

“Esta política penitenciaria se aleja de las garantías que contempla la legislación. Existen infinidad de resoluciones y referencias internacionales en su contra entre las que se encuentra Amnistia Internacional, Human Rights o el Relator Especial de Naciones Unidas”, y como parte de la sociedad civil, estas Peñas consideran que también tienen que “dar un paso para construir una sociedad respetuosa con los derechos humanos” y acabar urgentemente con la dispersión.

Acabar con la dispersión “es un deber y una obligación colectiva”, por lo que hacen un llamamiento a toda su base social y al conjunto de la ciudadanía de Iruñea a participar en la manifestación del próximo 13 de enero en Bilbo convocada por Sare Herritarra y que saldrá a las 17.30 desde La Casilla.