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¿Cómo es posible que una formación política como I-E, que se presenta ante la sociedad como la esencia del
progresismo y la verdadera izquierda de navarra, vaya de la mano de partidos políticos que sustentaban el
régimen corrupto anterior, en algo tan serio como una proposición de Ley? 

¿Cómo es posible que una formación política como I-E, que tiene dos escaños de los cincuenta de que consta
el Parlamento de Navarra, rompa la disciplina de voto del acuerdo programático, pasada más de la mitad de la
legislatura, y le ensarte semejante “puñalada trapera” al Gobierno del cambio que supuestamente sustentaba? 

¿Cómo es posible que una formación política como I-E de Navarra, supuestamente tan respetuosa con lo
sindical (Ley de Policías), actúe de la mano de la derecha foral en contra del criterio de la mayoría sindical de la
Mesa Sectorial de Educación y en contra de la mayoría sindical de la Mesa General de la Función Pública? 

Por más vueltas que le dé a tan sorprendente posicionamiento, no acabo de encontrarle una explicación
razonable. No me explico el inconveniente que pueda ver I-E al sistema de acceso por lista única que ya se
aplica en otros ámbitos de la Administración de Navarra, al sistema más limpio posible para ordenar a las
personas aspirantes por los principios de igualdad, capacidad y mérito. 

El único modo que garantiza ordenar a los futuros profesores de matemáticas, por ejemplo, de mejor
preparado a peor preparado es mediante la lista única. Mediante una única convocatoria por cada especialidad:
un temario, una fecha de examen y un tribunal. Sólo así se garantiza que todos y cada uno de los centros de
estudio de Navarra tengan la posibilidad de poder dotarse de los mejores docentes, posibilidad que se perderá
si seguimos manteniendo desperdigados a los docentes en dos o tres listas (¿por qué no una tercera lista
exclusiva para los que acrediten competencia lingüística en inglés?). 

Pero esto ya lo saben en I-E de Navarra. No en vano, una de sus actuales parlamentarias, Marisa de Simón, ha
sido liberada de CCOO en enseñanza, durante varios años. Ya saben que no hay argumento coherente que
respalde la segregación de listas y especialidades por idiomas; argumento legal tampoco. 

Por eso me repugna pensar que la verdadera motivación de I-E en esta maniobra política, tal vez tenga poco
que ver con la lista única, ni con la educación en Navarra, y que lo que realmente están escenificando es, ni
más ni menos, su disposición a reventar el Gobierno del cambio, y manifestar su predisposición a apoyar un
futuro gobierno comandado por los del antiguo régimen (UPN o PSN).
Intuyo, además, una fuerte dosis de clientelismo en la maniobra. Un cálculo ignorante de ganancia de votos
provenientes de varios miles de profesores de los modelos A y G (idioma castellano como lengua vehicular).
Cálculo erróneo, que desconoce la percepción y coherencia de mis colegas de profesión. 

Faltan tres semanas para el 21 de diciembre, día en el que está prevista la votación en pleno de la proposición
de ley. Confío en que la sociedad navarra en general y la comunidad educativa en particular será capaz de
hacer ver a I-E lo equivocados que están en esta decisión, y replanteen el sentido de su votación.