Euskalduna naiz eta zu?
Jose Barinagarementeria
2017-ko martxoak 8
Deberíamos valorar el programa “Euskalduna
naiz, eta zu?” en su contexto adecuado: otro intento del poder mediático, en
este caso de la EITB, de convertir la
opresión de la nación vasca, que es un conflicto político, en una estúpida
historieta entre los vecinos de Villarriba y Villabajo. La exageración del
cliché y de la manifestación folclórica es una deformación de la identidad, que
va contra la liberación del pueblo vasco, porque en el mejor de los casos aparta
el debate político, y en el peor, lo reduce a una representación teatral. Funcionan
como mecanismos folclóricos de control social.
Se ha intentado defender/justificar el
programa con la típica argumentación infantil del “y tú más”, es decir, que
como hay españoles que hacen chistes a cuenta del estereotipo vasco, nosotros
hacemos lo mismo, como ellos, creyendo ingenuamente que reforzar los clichés es
un acto de desagravio. Pero en realidad se están reforzando los propios (Por
ejemplo cuando a Sardui le dicen te quiero, se convierte en una caricatura del
macho euskaldun, incapaz de mostrar afecto). Ocho apellidos vascos ya hace ese
trabajo, la chica vasca es bruta y desconfiada, el andaluz es abierto y
retrasado mental. Retrasado mental, atrasado cultural, machirulo piropeador,
torero, futbolero acéfalo… qué más da, la cuestión es hacer generalizaciones
ofensivas, de modo que podamos reducir la política a un tipo de prensa rosa,
asequible a la opinión de los catetos, que en Euskal Herria también los hay.
Así es como se está formando la nueva generación de “cuñados” políticos: cuando
no hay entendimiento suficiente, cuando se es incapaz de hacer una reflexión
profunda, las generalizaciones cumplen su función (los gitanos ladrones y
analfabetos, los moros terroristas y preceptores de RGI, los catalanes
agarrados, los españoles son Torrente, y a los vascos nos toca la peor parte,
la que nos prescriben los influencers de la EITB).
En cuanto al acoso y el hostigamiento contra
una actriz vasca y contra su carrera por esas desafortunadas declaraciones, me
parece despreciable, pero ¿qué se podía esperar? En el estado español hay gente
en la cárcel por hacer canciones o participar en una huelga, no se puede
esperar menos de la caverna mediática españolista. Los fascistas fascistean, es
su naturaleza.
De todos modos no se me ocurre un mejor
escenario para la lucha entre folclores que un estado autonómico, un sistema
político abierto a los chistes regionales, cuya función es asimilar el
conflicto y suprimir la discusión ideológica. Afortunadamente este tipo de
estupidez patológica tiene tratamiento, yo recomiendo unas grageas de Argala para
el cerebro y unas gotas de Miguel Hernández para los ojos, no vaya a ser que
nos apedreen la Vito cuando el próximo verano vayamos a Conil.