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La primera fase del proceso ‘Plazara!’ que definirá espacio y usos del antiguo Palacio de Redín y Cruzat para albergar un nuevo centro comunitario social y cultural se ha abierto hoy a la participación ciudadana. Las aportaciones para el diseño futuro de este equipamiento municipal de carácter sociocultural, socioeducativo y sociocomunitario, podrán realizarse presencialmente a través de sugerencias recogidas en buzones repartidos por diferentes lugares del Casco Viejo, en las dinámicas participativas de calle que se han organizado a lo largo del próximo mes o a través de la página web que se ha creado ex profeso para este proceso (www.plazara.net) y del email info@plazara.net. Según han destacado en rueda de prensa el concejal delegado de Participación Ciudadana, Igualdad y Empoderamiento Social, Alberto Labarga; el director del área de Participación, Axel Moreno; y dos representantes del grupo motor del proceso Plazara!, Mila Boj y Jon Arrazola, esta iniciativa pretende ser un “proceso abierto, transparente y de creación colectiva”.

El proceso, cuya fase inicial tuvo lugar en mayo con la difusión pública del proyecto y una visita guiada al edifico, estará abierto a todos los vecinos y vecinas de Iruñea priorizando la participación del tejido asociativo, cultural y social.

Definición y formas de participar

Plazara! parte de la iniciativa ciudadana y se desarrolla de manera conjunta con el Ayuntamiento. Se divide en tres fases: en la primera, que se ha presentado hoy, serán los ciudadanos, grupos o entidades sociales y culturales los que aporten sus sugerencias sobre los usos que se quieren dar al edificio mientras los servicios técnicos del Ayuntamiento (Participacion Ciudadana y Urbanismo) serán los encargados de aunar esas ideas y propuestas para abordar conjuntamente en varias sesiones de trabajo con los participantes el proyecto arquitectónico para la adaptación del palacio a sus nuevos usos. En la segunda fase, cuyo inicio se plantea para la próxima primavera, se debatirá y consensuará el modelo de gestión, la filosofía y los aspectos organizativos del espacio. Finalmente, la tercera fase, prevista para el inicio del próximo curso, se centrará en el desarrollo y puesta en marcha del nuevo centro comunitario.

Durante esta primera fase las aportaciones podrán realizarse a través de la página web www.plazara.net; rellenando un formulario que podrá depositarse en los buzones situados en el Palacio Redín y Cruzat, en Civivox Condestable, en Auzoenea, en el Centro de Salud del Casco Antiguo y en el Mercado de Santo Domingo, o entregando las ideas en las dinámicas participativas que se han organizado y que se agrupan en tres bloques. En primer lugar, el 15 de diciembre a partir de las 17 horas pelotaris y corredores de apuestas sorprenderán por las calles del Casco Antiguo a los viandantes dándoles la oportunidad de participar y proponer ideas sobre los posibles usos del Palacio de Redín y Cruzat.

Por otro lado, habrá visitas guiadas al Palacio Redín y Cruzat que se celebrarán los días 17 de diciembre (a las 11.30 y 12.30 horas), 21 y 29 de diciembre (18 y 19 horas), 14 de enero (11.30 y 12.30 horas) y 19 de enero (18 y 19 horas). En tercer lugar, el 13 de enero está prevista una dinámica infantil en la plaza de San Francisco a las 16.40 horas. Por último, el 21 de enero, se realizará el ‘Tenderete de los deseos’ en el paseo Sarasate número 2, en la plaza de los Ajos, en el Mercado de Santo Domingo y en el propio Palacio Redín y Cruzat. Además, se puede contactar directamente con el grupo motor en la dirección de correo electrónico info@plazara.net.

A las aportaciones ciudadanas se sumará el análisis de una treintena de entrevistas en profundidad con personas y colectivos clave, junto a 8 talleres con grupos de interés.

Principios de funcionalidad, polivalencia, acesibilidad y sostenibilidad

Situado en la calle Mayor número 31, el palacio es del siglo XVII y perteneció a la familia de los Redín y Cruzat. En 1983 fue adquirido por el Ayuntamiento en situación de ruina y posteriormente fue rehabilitado para albergar la Escuela Municipal de Música “Joaquín Maya” hasta que se trasladó en 2009 a la calle Padre Moret. Desde entonces no ha tenido ningún uso.
Los principios básicos que van a impulsarse en el nuevo diseño son los de funcionalidad propiciando que su uso sea práctico y se ajuste a las necesidades de la ciudadanía; polivalencia, de tal forma que sus espacios puedan albergan una gran variedad de usos diferentes; accesibilidad, garantizando la eliminación de barreras arquitectónicas para que el edificio pueda ser utilizado por toda la ciudadanía; y sostenibilidad, promoviendo un edificio que tenga una huella ecológica mínima mediante sistemas que ayuden a reducir el consumo de recursos tales como energía, agua, etc., y a su vez minimicen la emisión de CO2 al entorno.
El edificio cuenta con una superficie útil total de 1.261,65 m², distribuida en 463,30 m² en planta baja, 457,96 m² en planta primera, 260,13 m² en planta segunda y 80,26 m² en planta tercera. Su estructura está resuelta con muros de carga paralelos entre sí y perpendiculares a la calle Mayor, existiendo dos muros centrales además de los dos medianeros. Estos muros dividen el espacio en tres crujías: la central con una anchura de unos 8 metros y las dos laterales de 4 y 5 metros respectivamente, siendo el lateral derecho el más amplio de los dos. De la crujía central arranca una escalera iluminada por un amplio lucernario, desde la que se accede a la planta primera. En la crujía derecha existe un ascensor y otras dos escaleras: una con acceso a todas las plantas y la otra únicamente con acceso a planta primera.

Proceso que parte de la realidad local y que será abierto y participativo

Las características que definen este proceso son que parte de las necesidades y recursos locales lo que maximizará el impacto social y que será abierto y participativo. En este sentido, estará representada la ciudadanía asociada y no asociada además del tejido de economía local y social. También participará personal municipal y de las diferentes instituciones relacionadas con el barrio, ya que conocen las necesidades de la zona y las cuestiones técnicas tanto sobre aspectos arquitectónicos como sobre gestión de espacios. Para que los resultados sean acordes con la realidad se trabajará para garantizar una amplia y diversa participación teniendo en cuenta, por ejemplo, edad, sexo o procedencia. De esta forma, se definirán y consensuarán las líneas estratégicas, las prioridades y las acciones que impulsarán el desarrollo del centro. Además de este objetivo, el propio proceso pretende ser una herramienta de dinamización y activación de la ciudadanía.

El proceso podrá contar con cinco espacios de trabajo: los espacios ciudadanos abiertos a toda la población y a colectivos; el grupo motor formado por personas voluntarias y técnicas más implicadas; el grupo de seguimiento con una representación política, técnica y ciudadana; el equipo asesor con expertos y las comisiones de trabajo por temáticas.

El grupo motor, es un espacio abierto a la participación, compuesto por vecinos y vecinas que, de forma voluntaria, dinamizan el proceso junto a los técnicos municipales. Sus miembros son la parte más activa en Plazara!. Entre las tareas que lleva a cabo el grupo motor está el diseño y desarrollo del proceso participativo, la difusión del mismo, la organización de reuniones y comisiones de trabajo o el seguimiento de la ejecución de los acuerdos adoptados.