Con caligrafía similar, pero esta vez sin firma, vuelve Falange y Tradición
La pintada aparecida en el bar Koxka con la leyenda "Pikolokin aise, Falangekin kasu" recuerda por su euskalkia y su caligrafía a las que realizó Falange y Tradición durante su trayectoria de ataques fascistas a monumentos, placas y personas relacionadas con la memoria histórica y de ideología abertzale. Los acusados de pertenecer a este grupúsculo fascista recibideron una leve condena de la Audiencia Nacional pese a la gravedad de sus actuaciones.
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Una pintada aparecida en el Bar Koxka de Altsasu haciendo referencia a la pelea que se produjo en octubre en esta localidad entre guardias civiles y jóvenes del pueblo es el enésimo acto de carácter fascista que se produce en Nafarroa en las últimas semanas. Tras las pintadas contra las exhumaciones de los golpistas Mola y Sanjurjo, otras de caracter islamófobo y la aparición de numerosa propaganda nazi en las calles de Iruñea, esta pintada tiene de especial que tanto el euskalki utilizado como la caligrafía recuerda muchísimo a las pintadas que Falange y Tradición realizó durante varios meses en diferentes puntos de Nafarroa contra personas de ideología abertzale, placas y monumentos de homenaje a las víctimas del Franquismo. En esta ocasión, y aunque aparece el símbolo de la Falange, no está firmada por FyT.
Las personas acusadas de pertenecer a FyT fueron arrestadas en 2009 tras haber realizo una veintena de acciones violentas, y fueron condenadas a penas de entre un año y medio y dos años de cárcel. Fueron absueltos, sin embargo, de los
delitos de daños con finalidad terrorista, asociación ilícita y revelación de secretos que les imputaba la Fiscalía, que pidió para ellos siete años de prisión. Entre los condenados estaba José Ignacio Irusta, alias ‘El Barbas’ y ‘El Pater’, euskaldún y que ha participado en varias ocasiones en tertulias de EITB defendiendo posiciones ultras, y que era considerado el lider del grupo.
El hecho de que pudiera ser la misma persona la que realizó muchas de las pintadas de FyT y la aparecida ahora en Altsasu da una idea de la marginalidad y la escasa cantera de los grupúsculos fascistas en Nafarroa, pero también deja en evidencia la impunidad con la que estos elementos actúan. Las distintas facciones de la Falange ni siquiera se presentan a las elecciones en Nafarroa, pero sus mensajes ultraconservadores y fascistas tienen su repercusión en partidos como UPN, que se ha dejado arrastrar por las posiciones más ultramontanas en cuestiones como la Memoria Histórica.