Un proyecto fotovoltaico en el monte Sarbil divide Etxauri
El anuncio de un proyecto para generar energía renovable mediante placas solares en las faldas del monte Sarbil ha provocado un intenso debate social en la localidad. El Ayuntamiento ha acordado una serie de condiciones con la promotora del proyecto, pero una iniciativa ciudadana se opone a la instalación de las placas.
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“Renovables si, pero no así”. Esa es la premisa de los movimientos ecologistas y ciudadanos que, sin oponerse a la implantación de las energías renovables en una situación de crisis climática, no quieren que este tipo de instalaciones invadan sus montes y tierras de cultivo. Y sin embargo, cada vez es más evidente la necesidad de acelerar el proceso de sustitución de los combustibles fósiles por las renovables, lo que conlleva aumentar los proyectos a lo largo y ancho de la geografía vasca para satisfacer la demanda de energía. Y en este dilema, muchas veces, las administraciones locales y la ciudadanía poca capacidad de decisión tienen, ya que las competencias en materia de energia son estatales y autonómicas.
El Ayuntamiento de Etxauri convocó en octubre una asamblea ciudadana para dar a conocer las condiciones que ha establecido a la propuesta presentada por la empresa navarra Sarbil Eguzki S.L. para el desarrollo de “un proyecto agrovoltaico” en una finca privada del monte Sarbil. En total, según datos municipales, 62 hectareas y 9 instalaciones de 4,4MW, suficientes para cubrir las necesidades energéticas de 20.000 viviendas. A pesar de que la competencia es del Gobierno Foral, la alcaldesa de Etxauri, Idoia Aritzala Etxarren, afirmó que el Ayuntamiento ha fijado una serie de condiciones con la promotora local “con objeto de que sea más beneficioso para la sociedad y el medio ambiente”. Las medidas acordadas son que al menos el 51% de la propiedad de la instalación energética (pudiendo llegar al 100%) sea de titularidad público-comunitaria. La segunda, que los contratos bilaterales (que establecen precios especiales de la energía a largo plazo) se ofrezcan a personas físicas y jurídicas del entorno garantizando que la energía se consuma en la zona. La tercera, que parte de los beneficios se destinarán a proyectos sociales en Etxauri, Valle de Etxauri y pueblos de alrededor. La cuarta, que cada 2, 5, 10 y 15 años se analice el impacto ambiental y se destinen recursos para la conservación y mejora de la biodiversidad. La quinta, que en caso de que se desarrolle el proyecto, no se instalará ningún otro proyecto energético en la zona del monte Sarbil.
Para el Ayuntamiento, este proyecto agrovoltaico sería “un modelo de producción y suministro energético pionero”, y anunciaba que abriría el diálogo “junto a promotores, agentes y ciudadanía para analizar y mejorar el proyecto, siempre y cuando sea compatible desde el punto de vista ambiental y de ordenación del territorio, cuya competencia recae en el Gobierno de Navarra”.

La oposición forma una plataforma
La iniciativa ciudadana Cabezón de Etxauri Bizirik ha criticado tanto la forma como el fondo del proyecto. Tras la presentación pública del proyecto, critican falta de transparencia del Consistorio. “El Ayuntamiento de Etxauri lleva año y medio en conversaciones con la promotora sin hacer públicas sus intenciones y el acuerdo se firmó en febrero de 2025 sin que volviera a reflejarse en la comunicación o participación en el valle de Etxauri”.
Tampoco les gusta la ubicación propuesta “para el macroproyecto”, que a su entender “resulta inaceptable desde el punto de vista ambiental, ya que la actividad es incompatible con el mantenimiento de la biodiversidad y el paisaje”. Para respaldar este afirmación, hacen referencia a las alegaciones presentadas sobre un proyecto anterior de características muy similares.
“El proyecto implica afecciones inaceptables sobre un paisaje singular, considerado como tal en los Planes de Ordenación del Territorio. La línea de evacuación y el macroproyecto se encuentran en el Paisaje Singular de la Peña de Etxauri”, dice la Plataforma Cabezón de Etxauri Bizirik. Aseguran que “la construcción del proyecto es incompatible con el bien, el paisaje que se pretende preservar y supondría un ataque muy importante y la destrucción de dicho bien”. Tambien inciden en que supondría “una barrera que dificulta el paso de fauna silvestre, ganadería y flora”.
A pesar de la necesidad de generar energía renovable, la Plataforma asegura que a día de hoy el Valle no necesita más energía verde puesto que en la actualidad es autosuficiente. “Este proyecto no es de interés público. En el valle de Etxauri no hay necesidad real de algo así: la electricidad ya la generamos con fuentes renovables, sobre todo con la central hidroeléctrica de Ibero y Etxauri. Además, la energía se complementa con instalaciones individuales y colectivas para autoconsumo”.
A pesar de que la decisión final no está en manos del Ayuntamiento, no dudan en cargar contra el acuerdo entre el Consistorio y la promotora. “Este nuevo acuerdo supone una gran incoherencia con el rumbo que ha mantenido el Ayuntamiento en los últimos años. El macroproyecto de Sarbil es un ejemplo de empresa privada que planifica un producto financiero, tomando decisiones unilaterales sobre la gestión del territorio, sin dar ni palabra ni voto a los vecinos, pero con la novedad de que cuentan con la complicidad de un determinado partido político, en este caso EH Bildu”.
Quizás, el debate social que se genere en Etxauri pueda dar respuesta al dilema “renovables sí, ¿y entonces dónde y cómo?”
