El Ayuntamiento de Abárzuza hace autocrítica y se desvincula de la secta ultracatólica que ha comprado Anderatz
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El Ayuntamiento de Abárzuza ha salido públicamente por primera vez para dar su opinión sobre la presencia de una secta ultraconservadora en los valles de Deierri y gesalatz que ha comprado recientemente el viejo internado de Anderatz.
“Queremos dejar otra vez claro que nosotros desconocíamos la vinculación entre la sociedad compradora y el grupo de ultraderecha que lleva viviendo en nuestros valles desde 2009. Se hizo a través de una sociedad pantalla, nosotros nos ceñimos a la legalidad y no nos fue posible ver nada más allá”, han explicado para justificar no haber impedido la venta.
El cierre del antiguo colegio y la marcha de las Madres Escolapias dejó sin actividad un histórico edificio al que el Ayuntamiento quería dar alguna utilidad y por eso se decidió su venta pensando que en él se iniciaría un proyecto “que diera un servicio a nuestros valles” y pudiera “fomentar la oferta de empleo y mover la economía local”.
“Claro está que este objetivo se ha visto truncado con el conocimiento de los verdaderos compradores del edificio. Somos conocedores, como todos, desde el 2009 del estilo de vida religioso y sectario que llevan, rechazamos este estilo de vida y no nos sumamos a él. El Ayuntamiento de Abárzuza se desvincula por completo de las ideas de vida y políticas que lleva este grupo de vecinos”, añaden en la nota de prensa.
Reconocen que la venta de Anderatz “ha supuesto un antes y un después” y entienden que el foco esté puesto en el Ayuntamiento de Abárzuza, pero quieren explicar que ni los Servicios Sociales ni el Departamento de Educación han conseguido tampoco revertir la situación en cuanto, por ejemplo, a la cuestión de los menores en manos de esta secta. Recuerdan además que en el valle de Guesálaz hay un colegio en activo de esta misma secta “y no se ha podido hacer nada para remediarlo”.
Manifestación, el 22 de noviembre
Sobre la manifestación convocada para el próximo 22 de noviembre muestran una cierta incomodidad por el recorrido de la marcha, que se iniciará en Aritzala y acabará en Abartzuza. Si bien parecen compartir el objetivo de movilizar y denunciar “la unión entre este grupo de vecinos y movimientos fascistas”, creen que hubiera sido más acertado “realizar la marcha por los distintos pueblos de los valles de Guesálaz, Yerri y el pueblo de Abárzuza, con el fin de visibilizarnos ante este grupo de vecinos”.
Por último, quieren subrayar la autocrítica que hacen sobre su gestión de Anderatz. “El tiempo ha dejado claro que el objetivo inicial de dar una segunda vida al edificio y que eso revirtiera a los valles de manera positiva no se ha conseguido”.
