“Ahotsa.info, energía para el cambio”
2014-ko otsailak 20
Cuántas veces habremos visto la misma estampa: un ministro español que pasea su chulería militar por Euskal Herria tras el cierre de un medio de comunicación, la ilegalización de un partido o la enésima redada contra el movimiento juvenil. El general triunfante explica que la mala hierba ha sido extirpada, que todos sus responsables eliminados, que nunca más podrán recuperarse del último golpe. Y las hormiguitas siguen trabajando, la semilla vuelve a germinar y el chusquero se vuelve a sus cuarteles con una medalla de cartón.
Son élites bregadas en la guerra, han construido su esencia en base a la conquista, y así han acabado descuidando el conocimiento. De tan brutos, obvian un principio elemental de la ciencia: la energía ni se crea ni se destruye, se transforma.
Son élites bregadas en la guerra, han construido su esencia en base a la conquista, y así han acabado descuidando el conocimiento. De tan brutos, obvian un principio elemental de la ciencia: la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Y ahí siguen, arremetiendo contra molinos de viento, tratando de destruir lo indestructible.
En su huida hacia delante, se han cebado con los medios de comunicación. Al grito de “muera la inteligencia”, han asaltado rotativas, han confiscado cámaras, han encarcelado a periodistas. Y en Google, Twitter o Facebook deben flipar por la cantidad de órdenes de clausura que les llegan desde Madrid: cierra el perfil de Apurtu, también el de Gaztesarea, ahora BurlataHerria, luego Herrira, después Ateak Ireki… Cómo será la cosa que estas compañías han acabado por no ejecutar las disposiciones de la Audiencia Nacional, y el hecho es que mantienen abiertos los canales proscritos.
Pero sí, nos han hecho mucho daño. Nos han atacado en lo colectivo y en lo personal. Nos han arrebatado las libertades, y en muchas ocasiones la libertad. Sin embargo, no han conseguido destruir la energía del espacio comunicativo vasco; sólo la han transformado, y a mejor. Porque las hormiguitas han seguido trabajando después de cada pisotón, y del mismo modo que surgió Gara, Berria o Topatu, ahora celebramos el nacimiento de Ahotsa.info.
Este portal aparece en un momento crucial, en plena tormenta perfecta para el cambio en Navarra, y ahora que nos han dejado claro que lo nuestro es razón de Estado, lo que significa que una élite retrógrada pretende gobernarnos desde Madrid. Es el planteamiento colonial de toda la vida, que nos ha arrastrado de nuevo a la ruina política y económica, a un régimen clientelar y corrupto que nos asfixia, cercena nuestras libertades y nos roba a cara descubierta.
Frente a esa razón de Estado debemos hacer valer la razón de Navarra, la voluntad de la mayoría social. Porque tenemos derecho a hablar, a debatir y a decidir. Y para ello necesitamos canales de expresión. La obsesión de estas élites por cerrar medios digitales en Navarra es proporcional a su importancia en este momento de cambio político y social, e igual de proporcional está siendo la implicación ciudadana para sacarlos adelante.
Hemos encendido la luz de Ahotsa.info gracias a la energía de decenas de personas y colectivos, y a partir de ahora tenemos el reto de seguir alimentando el proyecto, llenarlo de contenido y hacerlo viable económicamente. Que sea, con las pilas de miles de hormiguitas, un gran transformador de energía para el cambio.