Hora de compromisos en salud

Marisol Sain y Maria Jose Azkona

Plataforma Navarra de Salud

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El sistema público de salud es un recurso fundamental para garantizar el bienestar de toda la población. El acceso a la salud es un derecho universal y es esencial promover una utilización ética del sistema. Requiere de compromiso para su funcionamiento óptimo y depende de su uso responsable por parte de todos sus protagonistas: gestores, profesionales y ciudadanía.

Las medidas que el Departamento de Salud ha utilizado para reducir las listas de espera consistentes en aumentar las horas extras a los profesionales y derivar pruebas diagnósticas y la atención especializada a centros privados, no ha dado el resultado esperado más allá de garantizar el beneficio económico para los negocios sanitarios privados a costa de la descapitalización del sistema público de salud.

De 2019 a 2024 casi se ha duplicado el gasto de derivaciones a centros privados/concertados. De 2020 a 2024 se ha duplicado el gasto en productividad (complemento de carácter extraordinario para el pago de jornadas complementarias…).

Para la Plataforma Navarra de Salud, una buena gestión hubiera sido seguir las recomendaciones del informe de septiembre de 2023 que realizó la Cámara de Comptos. Estas fueron algunas de “las recomendaciones más relevantes”, “procedimientos”, “aplicación de medidas” y “controles en los sistemas de información” de este órgano:

  • “Establecer un sistema de control de presencia del personal del SNS-O teniendo en cuenta el peso tan significativo de las retribuciones variables, ligadas en general a esa presencia en el centro de trabajo.” para evitar para evitar fugas de profesionales sin cumplir su horario de trabajo, a centros privados.
  • “Abrir las agendas con un mínimo de tres meses para facilitar la programación”, para una planificación eficiente de la actividad ordinaria para evitar que se convierta en extraordinaria.
  • “Recoger en la aplicación Prokirur en todos los casos el personal que ha participado en las intervenciones y el tiempo real de duración de las mismas” para así no permitir que cobren la retribución correspondiente personas que no han participado en dicha intervención.
  • “Realizar las acciones necesarias de coordinación con Atención Primaria para que las derivaciones de pacientes a atención especializada cumplan con los criterios de derivación establecidos.”

Las declaraciones del Sindicato Médico de Navarra en esta materia, resultan más que contradictorias. Manifiestan que trabajan muchas horas y cobran poco. Hay que recordar que cuando se han realizado movilizaciones en defensa del sistema público de salud, reivindicando condiciones dignas de trabajo para todos los profesionales, no han tomado parte en ellas. Hacen hincapié en la queja de sus maratonianas y sobrecargadas jornadas de trabajo, pero, por otra parte, piden poder trabajar en centros privados, eso sí, manteniendo el complemento de “exclusividad” que se paga por no ejercer en estos centros.

El equipo actual de dirección del Ministerio de sanidad plantea establecer cierto grado de incompatibilidad para las y los profesionales del sistema sanitario público, planteamiento rechazado desde las organizaciones médicas corporativas.

Al objeto de mejorar la calidad de la atención del servicio público de salud desde la Plataforma Navarra de Salud consideramos que es innegociable mantener la exclusividad en el SNS-O. Están comprobados diversos problemas de corrupción asociados a la doble dedicación como generar y alterar las listas de espera, parasitar los recursos del sistema público, dar tratos de favor a clientes de sus privadas, etc. afectando negativamente así a la equidad en la atención sanitaria que debe caracterizar al sistema público de salud.

En otro orden, las políticas que buscan solucionar las listas de espera en base a la realización sistemática de horas extraordinarias, o peonadas pagadas como productividad generan una gran brecha salarial, expolian los recursos económicos del sistema público de salud y obstaculizan la eventual oferta de puestos de trabajo al personal en paro. Estos son los datos:

  • El Departamento de Salud tiene un presupuesto de 1.510 millones de euros. 781 millones son para gastos de personal y de estos, 34 millones son para el pago de productividades. El 85% de éstos, son percibidos por facultativos.
  • En el SNS-Osasunbidea trabajan alrededor de 2.600 facultativos, de los cuales 11 cobran una media de 230.000 euros, 60 facultativos cobran por encima de los 150.000 euros y 600 facultativos por encima de 100.000 euros.

No es una actitud responsable en la gestión de los recursos de Osasunbidea, apoyar medidas que crean diferencias salariales entre los mismos profesionales y que se convierten en un mecanismo de expolio del sistema público en beneficio personal.

Los profesionales deben priorizar el bienestar de los pacientes sobre los intereses económicos y debe existir una ética profesional que haga que no haya un aprovechamiento económico particular del sistema público.

Por parte de la ciudadanía, también debe existir responsabilidad en el uso del sistema público de salud, acudir a las consultas solo cuando sea necesario, avisando previamente de la imposibilidad de asistir a citas programadas tanto en los centros de salud como en los hospitales y participando activamente o impulsando foros y estructuras de participación.

Desde la Plataforma Navarra de Salud, consideramos necesarios los siguientes cambios en la gestión y organización de los recursos:

  • Promoción de entornos de vida y trabajo saludables, salud en todas las políticas.
  • Aumento presupuestario significativo.
  • Habilitación de nuevos perfiles profesionales en atención primaria de salud. Trabajo multidisciplinar en equipo.
  • Optimización de las infraestructuras y equipos.
  • Dimensionamiento de la plantilla no dependiendo del número de pacientes sino basado en ratios de necesidades de atención, cuidados y cargas de trabajo.
  • Refuerzo de la prevención y labor comunitaria.
  • Garantía de accesibilidad, longitunalidad en la atención y mejora de la confianza en los profesionales.
  • Reducción de la temporalidad del empleo al 8% como máximo.
  • Blindaje de la atención sanitaria pública: control de las derivaciones a centros privados y de las actividades extraordinarias.
  • Disminución de pruebas diagnósticas en centros privados/concertados (Tac, RX, Ecografías, resonancia magnética). Rentabilizar los equipos existentes en Osasunbidea y aumentar estos recursos si es necesario.

No podemos caer en la demagogia de afirmar de forma rotunda que la sanidad pública funciona mal o es ineficiente. Por supuesto que hay margen de mejora y necesidad de transformación que asegure de forma inequívoca unos servicios públicos de calidad. Todo esto es responsabilidad de todos los “actores” que componemos y participamos en el proceso de cuidados incluidos profesionales, usuarios, plataformas, representantes sociales y por supuesto los agentes políticos que en muchos casos se muestran incapaces de dar una respuesta adecuada a las necesidades de la ciudadanía.

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