Exigen la anulación de los permisos de investigación para proyectos de fracking en Erribera
El proyecto Aquiles gestionado por la empresa Frontera Energy es uno más de los que amenazan Nafarroa con la fractura hidráulica para extraer gas natural y petróleo, técnica muy peligrosa según organizaciones ecologistas.
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La Plataforma Navarra Antifracking ofreció una rueda de prensa ayer en Ribaforada en la que mostró su rechazó a esta técnica y solicitó al Gobierno de Nafarroa que "defienda activamente" la decisión adoptada por el Parlamento de Navarra en contra de esta práctica. Hay que recordar que el Tribunal Constitucional anuló la Ley Foral por la que se prohíbe en el territorio de Navarra el uso de la fractura hidráulica como técnica de investigación y extracción de gas no convencional, aceptando el recurso interpuesto por el gobierno central, tal y como había hecho para Cantabria y La Rioja, amparándose en el supuesto “interés que lleva consigo el aprovechamiento de hidrocarburos no convencionales por su contribución al abastecimiento energético”.
Desde la Plataforma recordaron que el fracking supondría "un daño irreparable" para el medio ambiente navarro "que tendría consecuencias fatales para sectores de nuestra economía que en la actualidad son muy importantes, en especial, la agricultura y ganadería". Subrayaron la existencia de "contundentes informes" que señalan el fracking como "una burbuja financiera y que su desarrollo aquí podría traer graves consecuencias económicas". La duración de actividad de los pozos no suele pasar de 5 años, pero el daño que podría causar a la tierra "resulta irreversible e imposibilitaría su uso en el futuro".
Los análisis de las condiciones geológicas de la Península Ibérica sugieren que las posibilidades de extraer grandes cantidades de gas son muy cuestionables, y las consecuencias ambientales y sociales muy graves, por lo que la implantación de esta técnica "es un sinsentido", a juicio de la Plataforma.
Una técnica muy cuestionada
Coincidiendo con la llegada del pico del petróleo hace unos años, se empezaron a desarrollar masivamente en EEUU técnicas de extracción de hidrocarburos de yacimientos “no convencionales”. Entre ellas, el fracking, o fractura hidráulica, que se ha implementado a gran escala en diversas zonas de norteamérica para extraer gas natural y petróleo. Ahora esta técnica quiere ser traída a algunas zonas del continente europeo, entre ellas, Navarra.
El fracking consiste en realizar perforaciones verticales y luego horizontales en el subsuelo a través de las que se inyectan miles de litros de agua junto con arena y sustancias químicas. Mediante diversas explosiones y con la introducción de ese líquido de perforación a presión, se fractura la roca para extraer el hidrocarburo y hacerlo salir a la superficie. Esta técnica supone un grave riesgo ya que la mayoría de esos productos químicos (como el metanol, benceno, naftaleno, ácido sulfúrico, formaldehído…) son muy dañinos para la salud humana y el medio ambiente. Como se ha visto en EEUU, son muchas las ocasiones en las que el metano se acaba filtrando a la atmósfera contaminando el aire. Además, ese metano junto con los líquidos de perforación también llegan a los acuíferos naturales generando graves problemas al agua potable de algunas viviendas y a la ganadería y agricultura de la zona. También está demostrado un aumento de la actividad sísmica relacionada con esta técnica, y se daría un incremento desorbitado del tránsito de camiones con cargamento peligroso.
Como respuesta a la agresión que el fracking podría suponer, hace ya años que surgió una importante oposición a esta técnica gracias al trabajo informativo de diversos grupos locales. Esta labor ha cristalizado, entre otras cosas, en la declaración de varios municipios navarros afectados como “libres de fracking”, y en la Ley Foral 30/2013 por la que se prohíbe en el territorio de Navarra el uso de la fractura hidráulica como técnica de investigación y extracción de gas no convencional.
Sin embargo, hace unas semanas, el Tribunal Constitucional anuló dicha ley aceptando el recurso interpuesto por el gobierno central, tal y como había hecho para Cantabria y La Rioja, amparándose en el supuesto “interés que lleva consigo el aprovechamiento de hidrocarburos no convencionales por su contribución al abastecimiento energético”.
Desde la Plataforma Navarra Antifracking anuncian que continuarán con su trabajo informativo y movilizador y exigen que se anule de forma inmediata los permisos de investigación concedidos a la empresa Frontera Energy para la investigación en el territorio ribero afectado por el proyecto Aquiles, y la cancelación de todos los proyectos de fracking que se desarrollan en Nafarroa. "Exigimos al Gobierno de Navarra que defienda activamente la decisión adoptada por el Parlamento de Navarra hasta sus últimas consecuencias", y consideran que "tanto el derecho a veto de los pueblos frente a proyectos destructores como el ejercicio de nuestra capacidad de decisión en todos los ámbitos deberían ser algo sagrado en las sociedades que pretenden llamarse democráticas, y que la sentencia del Tribunal Constitucional es un ejemplo justo de todo lo contrario: imposición de agresiones y desprecio a la voluntad popular".