ahötsa_

"Amnistía eta Askatasuna" es el nombre de un nuevo movimiento creado para trabajar en favor de la Amnistía de los presos y presas políticas vascas. Un nuevo movimiento que nace a espaldas de la estrategia oficial de la Izquierda Abertzale y que de hecho, se enfrenta veladamente incluso con algunas de las decisiones tomadas por el Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas en los últimos tiempos.

En un comunicado remitido a diversos medios de comunicación, entre ellos Ahotsa.info, Amnistía eta Askatasuna afirma que sacará sus reivindicaciones a la calle porque consideran que en la actualidad existe "un gran vacío, una total desmovilización y una pérdida de discurso" en relación al trabajo que se realiza en torno a la defensa de los derechos de presos, presas y exiliadas. Es más, auguran que la situación "irá a peor" si no se hace nada. En su comunicado fundacional no hacen referencia alguna al existoso trabajo desarrollado por Herrira o por la iniciativa Tantaz Tanta, pero sí que hablan de "recuperar la ilusión perdida" y de "activar a los sectores populares".

Amnistía

Este nuevo movimiento, que se define como asambleario, nace mientras se prepara una gran red ciudadana que trabajará en la línea marcada por anteriores iniciativas ciudadanas en favor de los derechos de los y las represaliadas políticas y con el objetivo de traerles a casa, y que se presentará en breve, según ha podido saber Ahotsa.info.

Amnistía eta Askatasuna afirma entender la Amnistía como "el reconocimiento del estatus político de todos los luchadores que por su militancia se encuentran en prisión" y el "retorno a sus casas". Además, afirman que la superación de las causas del conflicto es una condición sine qua non para "una solución real". Animan a organizarse "puebloa pueblo, y barrio a barrio" bajo "la consigna de la defensa de la Amnistía".

Se desconoce qué nivel de apoyo podría tener este nuevo movimiento entre presos, presas, exiliadas y sus familiares, sobre todo teniendo en cuenta que no gozan del amparo de la Izquierda Abertzale ni del resto de partidos políticos y movimientos sociales que hasta ahora han colaborado en la defensa de los derechos de las personas represaliadas. Tampoco han ofrecido datos sobre su implantación en Euskal Herria, ni del número de militantes que conforman este movimiento, por lo que su repercusión real se tendrá que analizar en base a sus dinámicas de trabajo y a la participación social en ellas.