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En Navarra solo tenemos dos residencias públicas de la tercera edad: El Vergel en Pamplona y Santo Domingo en Estella. Atender las necesidades de nuestros mayores es un servicio que debería ser público pero está totalmente privatizado con esas dos excepciones. Han convertido en un negocio con criterios mercantilistas lo que debería ser un servicio atendido con fines sociales. Una sociedad que se supone avanzada tiene la obligación de cubrir desde lo público las necesidades de las personas en la última etapa de sus vidas. Nadie se imagina que cuando nos ponemos enfermas no hubiera un servicio de salud público para atendernos, o que cuando llevamos a nuestros hijos a un centro escolar nos obligaran a ir a un colegio privado. Sin embargo con las residencias han conseguido que veamos “normal” tener que ir a centros privados cuando ya no podemos valernos por nosotras mismas en nuestros domicilios y que la Administración deje en manos de negociantes la atención de las personas mayores.
Esta manera de gestionar hace que suponga un enorme gasto para las familias que tienen que ingresar a algún familiar en las residencias privadas, mientras estas empresas se benefician de los conciertos y subvenciones del Departamento.
El Gobierno privatiza lo público. El caso más claro es Santo Domingo de Estella. Aquí de 100 plazas que podrían estar ocupadas, mantiene 20 sin cubrir mientras en la otra residencia de Estella, de gestión privada, existe lista de espera. No es un hecho casual sino que responde a una planificación para dejar de dar servicio público en beneficio privado. La lógica del Gobierno hace que, al haber menos camas cubiertas, haya menos contratación de personal y que con menos personal no se pueda acoger a más internos/as.
Hace dos años ya se vivió una situación similar en la residencia El Vergel. Entonces también dejaron que numerosas plazas quedaran vacías pero tras las denuncias de LAB se solventó.
En Santo Domingo el desmantelamiento continúa con el propio estado de las instalaciones donde no se hacen las reparaciones y adecuaciones necesarias dejando que las instalaciones se vayan deteriorando… ¿Con qué fin? En los últimos tiempos están cambiando el perfil de las personas que están entrando en las dos residencias públicas. Ahora vienen con alguna problemática social detrás y requieren unas atenciones especiales pero la Administración no dota ni de medios ni de personal especializado para este nuevo tipo de residentes.
LAB no va a permitir que esto suceda. Vamos a plantar cara a esta política del Departamento con una campaña de denuncia entre la plantilla, las personas internas y sus familiares y la sociedad en general. El próximo miércoles día 23 nos concentraremos frente a la Residencia Santo Domingo de Estella.