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Y en cada ocasión, Turquía fue sorprendida desprevenida por el terremoto, como si fuera la primera vez que ocurría algo así. Y después de cada terremoto, las autoridades calificaban lo ocurrido como “obra del destino”. Salvo algunos juicios ficticios, no se juzgó a quienes construyeron esos edificios podridos ni a quienes permitieron que se construyeran. Este último terremoto que hemos vivido ha llegado gritando. Se ignoraron los informes elaborados por profesionales y expertos. Se hizo caso omiso de las advertencias de que se produciría un gran terremoto en las provincias donde se produjeron los destrozos y de que debían tomarse precauciones. Se destruyeron edificios nuevos de pocos años de antigüedad, que deberían haber sido construidos de acuerdo con la normativa antisísmica. En 2011, después de terremoto de Van, con una magnitud de 7,4, no se demolieron los hospitales que debían demolerse, ni se reforzaron los que debían reforzarse. En aquella ocasión el gobierno dijo que no había presupuesto para ello. Estos hospitales se derrumbaron con el ultimo terremoto. Pacientes y trabajadores sanitarios perdieron la vida. En otras palabras, el gobierno preparó la muerte de personas en aras de la renta.

Desde que está el actual gobierno se ha generalizado una forma de elección de los cargos basado en la afinidad al partido y no las capacitadas técnicas para desarrollar el cargo. El jefe de la AFAD (Autoridad de Gestión de Catástrofes y Emergencias) es licenciado en Teología. No tiene ni formación ni capacitad para el trabajo que realiza. El presupuesto de AFAD no es ni la décima parte del presupuesto de Asuntos Religiosos. Pero ¿por qué es importante? Porque desde los primeros momentos del terremoto, el caos y la desorganización fueron totales. Como el único autorizado era el Presidente, las instituciones no podían dar un solo paso sin su permiso. En las críticas primeras 6 horas, no había ni un solo equipo en ninguna parte. La gente intentaba sacar a los atrapados bajo los escombros con sus propias manos. A medida que pasaban las horas, los sonidos que se oían desde los escombros disminuían y no había suficientes equipos ni material. Hoy en día, todavía hay ruinas en los que no se ha empezado a trabajar.

Mientras la gente intentaba transmitir sus gritos de “no hay nadie para ayudar”, las autoridades estatales mentían a la cara diciendo que “hemos llegado a todas partes”. Los principales medios de comunicación primero instalaron cámaras, luego trajeron equipos e hicieron que pareciera que se estaba trabajando. La gente organizó una increíble red de solidaridad con sus propios medios. Se recogió la ayuda, pero el gobierno impidió que estas ayudas llegaran a las personas. Los que sobrevivieron a los escombros y no tenían adónde ir esperaron en el frío durante días sin comida ni agua. Una marca de cerveza quería enviar abrigos de invierno a las zonas afectadas por el terremoto, pero los rechazaron porque llevaban un logotipo que según ellos fomentaría el uso del alcohol. Aunque Twitter se ha convertido en una increíble herramienta de comunicación y organización para las tareas de rescate, en la provincia de Adıyaman se bloqueó el acceso. Este hecho tuvo lugar tras la difusión en la red social de los videos de la visita del gobernador y el ministro en la que el pueblo mostro su enfado hacia ellos. A pesar de los llamamientos a volver a abrir Twitter, el bloqueo continúa. El Presidente del estado, Erdogan viajó a la región con un ejército de guardaespaldas y dijo que se encargarían de quienes dijeran “no hay ayuda, dónde está el Estado”. Quienes criticaron al Gobierno en Twitter fueron detenidos a toda velocidad.

Hay suficientes ejemplos para ver cómo el gobierno turco se encuentra en un terrible estado de decadencia y cómo la gente lo está pagando con su vida. Lo único que permite soportar esta mala gestión son las redes de solidaridad establecidas por el pueblo. Sin embargo, el Estado también tiene los ojos puestos en ellas. Ante la falta de credibilidad, la pesadez y la incompetencia de instituciones gubernamentales, el pueblo quiere apoyar iniciativas civiles que están mucho mejor organizadas. Sin embargo, se rumorea que el gobierno se nombrará fideicomisario al frente de estas entidades y confiscará su dinero. Ya se ha publicado una circular que obliga a transferir toda la ayuda económica procedente del extranjero a la AFAD. El gobierno quiere contralar todo el reparto de ayudas y no permite iniciativas populares. Aun así, los ayuntamientos que no pertenecen al partido de Erdogan están realizando una labor importante ofreciendo servicios básicos a las personas afectadas por el terremoto. Si alguna os interesa hacer un aporte, comparto el enlace de la tienda online de la campaña de recogida de las necesidades básicas organizada por el Ayuntamiento de Esmirna. Tambien compartimos los datos de Media Luna Roja Kurda que está trabajando en las zonas kurdas del territorio Sirio que esta terriblemente afectado por la catástrofe.

El mayor obstáculo para nuestras vidas y nuestro bienestar es el gobierno de Erdogan y sus podridas estructuras.

Tienda online para donaciones del Municipio Metropolitano de Esmirna
https://umuthareketi.izmir.bel.tr/

Media Luna Roja Kurda Suiza
Banque Cantonale Vaudoise
CCP: 10-725-4
IBAN: CH62 0076 7000 L543 3416 5
BIC/SWIFT: BCVLCH2LXXX