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Tras el ambiente de terror desatado en Pamplona el 19 de julio de 1936 (detenciones, asesinatos, saqueos…) a raiz del Golpe de Estado liderado por el General Mola, Isidro Sarasate, anarquista y afiliado a la CNT, decidió esconderse en la chimenea del Molino de Caparroso, hoy como entonces en desuso y así logró escapar de la muerte. Allí vivía y trabajaba junto a sus hermanos en la Central eléctrica de la Compañía El Irati, eran socios del Club Natación, fundado en 1931, entre sus fundadores encontramos hoy, gracias a un trabajo de investigación realizado por Osasuna Memoria, una nómina extensa de detenidos, encarcelados, asesinados, muertos en el frente del lado de los “perdedores” y otros que lograron salvarse en primera instancia porque se trasladaron en Comité a las Olimpiadas Populares de Barcelona, alternativas a las de Berlín de la Alemania nazi de Hitler, el 17 de julio y allí les sorprendió el inicio de la guerra.

Tras ello, un silencio que ha durado 86 años y que no se ha publicado hasta hora.

De todo ello y de sus historias familiares versará la charla que se celebrará el próximo día 9 de diciembre a las 19:00 en la Sala Runa del Club Natación, y que contará con la presencia de descendientes de represaliados del franquismo relacionados con el Club Natación.

Osasuna Memoria ha interpelado a los representantes políticos para que declaren esta chimenea como Espacio de Memoria, lo cual es competencia del Gobierno de Navarra. Esto mismo se va a hacer con el reloj de la vieja Estación de Autobuses de Iruñea, donde otro represaliado del franquismo se escondió para evitar su muerte. Además, solicitan que junto al reloj y otros lugares similares que puedan darse a conocer se haga un mapa y un itinerario de memoria que recuerde la persecución que sufrieron vecinos y vecinas de Iruñea tras el golpe de estado fascista del 36.