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Este proyecto de Red Eléctrica Española (REE) ha provocado "un rechazo social e institucional sin precedentes" y, prueba de ello, "son los 220 Ayuntamientos y Concejos que han aprobado mociones donde muestran su total oposición por la falta de justificación para el interés colectivo, los 173 alcaldes que solicitaron la paralización de su tramitación o las 14.000 alegaciones presentadas para demandar su retirada". Sin embargo y frente a esta oposición, desde la Pltaforma contra la autopista eléctrica critican que "el Ministerio de Industria y Energía sigue adelante con la tramitación del proyecto, escudándose en el silencio cómplice de los gobiernos foral y autonómico".

La intención de la Plataforma, que aglutina a 220 Ayuntamientos y Concejos, es que con esta campaña "aumenten las acciones y las protestas para conseguir que tanto el Gobierno de Navarra como el Gobierno Vasco se opongan a este proyecto". Para ello, los grupos sociales firmantes, como lurkides o protectores del terreno, se comprometen a hacer "cuantas acciones se consideren necesarias para defender la tierra en el emplazamiento asignado, a propuesta de la Plataforma y con la aprobación de la asamblea general compuesta por los 249 lurkides"; a "participar en las asambleas para opinar y decidir la línea de trabajo"; y a "recibir información sobre el proyecto y trasladarla a su entorno, con el fin de crear una red social de apoyo".

Todos los emplazamientos previstos han sido "apadrinados", si bien "para defender el suelo de una torre siempre serán mejor dos colectivos que uno". El proyecto de línea de alta tensión se encuentra actualmente en proceso de contestación de alegaciones para la declaración de impacto ambiental y después tendrá que aprobarlo o no el Consejo de Ministros. Si recibe luz verde, REE deberá presentar un proyecto de ejecución.