La justicia española condena a Ainhoa Larumbe y acepta la versión sin pruebas del policía foral
La joven que fue detenida en unos incidentes frente al parlamento ha sido condenada por “resistencia” a ocho meses de multa a razón de diez euros al día lo que suponen 2.400 euros. En varios vídeos puede observarse como el policía foral tropieza y se cae y pese a estas pruebas ha prevalecido la versión sin pruebas del policía.
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El juicio contra Ainhoa Larumbe por el incidente registrado ante el
Parlamento de Nafarroa en una protesta feminista ha acabado con condena, aunque
diferente de los quince meses de cárcel que planteaba la Fiscalía por «atentado
contra la autoridad». Tras el juicio en que recabó muestras de solidaridad, ha
sido condenada en concepto de «resistencia» a ocho meses de multa a razón de
diez euros diarios, lo que suponen 2.400 euros en total.
Se pone colofón con ello a un caso que ha tenido gran eco social, sobre todo
gracias al vídeo que acreditaba que el policía foral que denunció el caso se
había caído realmente al tropezarse con la pancarta.
No obstante, durante el juicio el agente siguió argumentando que había
recibido una patada y el tribunal lo ha dado por bueno.
Según la versión de los «hechos probados» recogida en la sentencia, al
llegar al lugar en que se realizaba la protesta feminista, Larumbe «tomó unas
fotografías y se colocó en la zona más cercana a la pancarta, haciendo fuerza
para permanecer en el lugar». El relato judicial añade que entonces se
desencadenó un forcejeo, «sujetando unos y otros la pancarta, y encontrándose
la señora Larumbe enfrente del policía 616, le golpeó a la altura de la
espinilla».
Esta versión se corresponde exclusivamente con lo declarado por el agente
policial, que dijo no tener duda de la patada ni de quién la propinó. Pero,
como recoge el fallo, la propia Fiscalía admite que «fue una agresión difícil
de ver porque se produjo en un tumulto».
«No tan pacífica como quiso hacer creer»
Añade el tribunal que el vídeo que ha circulado en denuncia de este proceso
recoge un momento posterior. «Cuando dicho agente iba a retirar del grupo a la
acusada para identificarla, se trabó, cayendo ambos al suelo», señala.
Larumbe en la concentración «no fue tan calmada y pacífica como pretendió hacer
ver en el acto de la vista oral». «Aunque tuviera las manos en alto, como
declararon los testigos y se comprueba en las grabaciones, se observa una
resistencia física frente al actuar de los agentes», expone.