Antimilitaristas presentan manifiesto a favor de la objeción de conciencia y la deserción
Un grupo de antimilitaristas, represaliados por negarse a hacer el servicio militar obligatorio a finales del siglo pasado, han dado lectura a un manifiesto a favor de la objeción y la deserción frente a las instalaciones del Gobierno Militar en Iruñea. Tras la comparecencia, la policía española ha identificado a los participantes una vez que los medios nos habíamos marchado.
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Frente al edificio del Gobierno Militar español en Iruñea ha
tenido lugar una rueda de prensa convocada por antimilitaristas que estuvieron
encarcelados por negarse a realizar el Servicio Militar Obligatorio o la Prestación
Social Sustitutoria y en la que se ha dado lectura a un manifiesto a favor de
la Objeción de Conciencia y de la deserción en Ucrania y Rusia. En dicha rueda
de prensa también ha participado Argiñe Salanueva, hermana de Unai Salanueva,
víctima de la represión sufrida por este colectivo a finales del siglo pasado.
En dicho manifiesto exigen el cese de la invasión rusa, la
retirada de las tropas de ocupación y el respeto a la voluntad de los
habitantes de las diferente zonas de Ucrania a decidir su futuro y piden a la
Unión Europea y al Estado Español que acepten las peticiones de asilo de
quienes quieran desertar de la guerra o huyen del reclutamiento forzoso de
acuerdo al derecho universal de objeción de conciencia, así como acoger a todas
aquellas personas que huyen de cualquiera de las guerras que hay en el mundo.
Exigen el fin del envío de armas y tropas de países de la
OTAN a la zona, el desmantelamiento de los paraísos fiscales donde blanquean
sus beneficios las empresas armamentísticas y las oligarquías europeas y la
desmilitarización del conflicto.
Animan a las poblaciones civiles de territorios en guerra a
resistirse al odio social y a apoyar a soldados y desertores que se nieguen a
participar en la matanza así como muestran su apoyo a quienes practican la
desobediencia civil y padecen la represión por oponerse a la guerra, en
especial los movimientos antimilitaristas y feministas de las zonas en
conflicto y llaman a tejer una red europea de apoyo a dichos colectivos.